Vanesa Martín: «Melody lo ha hecho genial, pero ¿estamos hablando de música o de política?»

Hay productores que se ciñen a darle al botón de 'grabar' y poco más, y hay otros, como el colombiano Luis Miguel Gómez Castaño 'Casta', que pueden revolucionar la carrera de un artista con un par de consejos. Este nuevo referente de los estudios de grabación, que ha trabajado con Manuel Turizo, Becky G, Ricky Martin o Karol G, ha ayudado a Vanesa Martín a dar un volantazo sonoro de lo más inesperado en su nuevo disco, 'Casa mía', que a decir verdad, ha pillado a contrapie a algunos fans. Pero la malagueña está convencida de que, como dijo Camarón, «si no la entienden, ya la entenderán».
¿Qué hay detrás del giro que da con este disco?
Lo primero, una necesidad de reconectarme con mis raíces, con mi origen, mi esencia, y con la música que escucho a día de hoy, mezclada con la que he escuchado siempre. He querido mezclar dos mundos, mi curiosidad y mi recuerdo. Y salir de mi zona de confort, utilizando el autotune como un instrumento más. Había una necesidad de romper con lo que se presupone de mí.
En la canción '60s', retuerce tanto el autotune que parece que está haciendo una colaboración con un hombre, pero las dos voces son de usted. ¿Cómo surge la idea de llevarlo tan lejos?
Yo buscaba algo diferente, pero no sabía el qué. Entonces, el productor Casta me sugirió que podíamos usar el autotune porque era algo que nunca había hecho. Me dijo: «¿No querías hacer algo nuevo? ¡Pues venga!». Pero cuando me enseñó cómo se usaba y me puso algunos ejemplos de otros artistas, dije: «A mí esto no me gusta».
De hecho, igual alguna vez ha criticado el autotune públicamente, ¿no?
No, no, nunca. En ese sentido no he escupido en mi propio tejado. Pero tuve mis reticencias. Y aun así, fíjate lo reticente que fui que a las dos horas ya estaba grabando con el autotune (risas). Poco a poco, fui descubriendo ejemplos que me iban gustando más. Seguía pensando que a mi voz no le iba a quedar bien, pero nos pusimos a probar y así llegamos a lo que se oye en este disco.

¿Cuál fue el ejemplo que la convenció?
Billie Eilish. Casta sabe que me encanta, y como ella lo usa un montón, me convenció.
Un buen productor, de los que te ayuda a dar saltos, entonces.
Sí. Es que es lo que yo pretendía. He trabajado con productores maravillosos, pero ahora tenía la necesidad de encontrar a una persona que me sacara de mi zona de confort. Con otros productores podía hacer cambios, evolucionar un poco, pero seguía siendo lo mismo. Era como cambiar los muebles de sitio en una habitación. Queda distinto, pero son los mismos muebles. Yo no quería eso. Por eso con Casta he cambiado los muebles.
¿En sus reticencias iniciales influyó el qué dirán? Seguro que pensó que algún fan se llevaría las manos a la cabeza.
No, porque después los ha habido, y sinceramente, no puedo ser una croqueta para gustarle a todo el mundo. Con el tiempo espero que se den cuenta de que si no evolucionas... Para trascender tienes que ser valiente y romper con lo establecido. Si no, no sacas la cabeza, y te ciñes a lo que ya sabes hacer. Soy muy camaleónica, pero tengo una capacidad de autocrítica bestial, y no me quería sentir ridícula, no quería pisar lo 'fregao', ni que yo no me sintiera yo, ni perder mi identidad. Entonces, cuando me escuché y vi esa progresión, me encantó. Y me di cuenta de que lo comentabas antes, de que eso es un productor. Lo demás es ser arreglista.
Además de '60s', que ya lanzó como single, la otra canción autotuneada del disco es 'Tiempo real', que ha colocado la primera en el orden del repertorio. ¿Es para dejar claro que acomete esta revolución sin complejo alguno?
Total, total. Si entro, entro con todo. Cuando el viento es tibio, cierras la ventana y ni se nota. Pero si el viento es fuerte, no hay ventana que lo pare.
En el disco hay varios cara a cara entre dos personas que se quieren pero que se dicen adiós. ¿Se le ha caído alguna lagrimilla sobre el papel escribiendo?
Sí, la verdad es que sí. En 'Tenemos universo de sobra', en 'Me sucede', en 'Cómo te digo'... Sí, la verdad es que sí.
'No nos supimos querer'...
Y en 'Objetos perdidos' también, eh.
¿Cómo fue la experiencia de cantar con Sabina en 'No nos supimos querer'?
Grabamos al mismo tiempo. Normalmente los artistas hacemos los duetos grabando uno primero, luego el otro, o incluso a distancia. Pero los dos a la vez fue tan guay, tan fresco, que lo grabamos y eso es el videoclip. Somos amigos desde hace mucho tiempo, nos consideramos familia, y es una fuente de inspiración inagotable.
La gira la empieza ya mismo. ¿Va a recrear esa casa suya sobre el escenario?
Empieza el 31 de mayo en Málaga, y sí, cien por cien. Creo que va a ser la primera vez que tenemos un concepto tan cohesionado entre la estética del disco y la escenografía que vamos a llevar en la gira. En los años sesenta fue la revolución urbanística, la revolución feminista, la revolución musical... Y en ese concepto sesentero he basado toda esa estética.
¿Cómo ha visto todo el lío de Eurovisión?
Quien no sepa que Eurovisión está politizado, pues no sé. No estamos haciendo poesía ni estamos descubriendo la panacea. Está claro que hay unos intereses ahí detrás. Y a mí particularmente, si te soy franca, y lo siento si no soy políticamente correcta, a mí es que no me llama la atención Eurovisión. Alguna vez me han planteado ir, y no he querido nunca. Melody lo ha hecho genial, ha hecho un trabajo impresionante, pero claro, ¿estamos hablando de política, o de música?
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