Alcaraz, contra el jugador que no sabía que ya había ganado: Dzumhur, el actor que derrotó a Nadal

Carlos Alcaraz tiene motivos para estar feliz. El tenista español está encontrando un brillante estado de forma en Roland Garros, donde los primeros partidos que ha disputado le han servido para ir cogiendo ritmo de crucero. Firmando un tenis de muchísimo nivel, muy seguro de lo que debe de hacer en pista y con la confianza por las nubes, el número dos del mundo está confirmando que ha llegado a París con la intención de seguir haciendo historia.

Solo tiene 22 años recién cumplidos, pero Alcaraz ya empieza a mostrar destellos de jugador que puede marcar una época. Suma ya cuatro Grand Slam en sus vitrinas y, cada vez que llega un grande, está señalado como uno de los claros favoritos al triunfo. Su importante victoria en Roma no solo le permitió hacerse con un trofeo con el que todavía no contaba, sino que se convirtió en número dos del mundo y, con ello, lograba evitar a Jannik Sinner hasta la final.

Y, por si evitar al mejor tenista del momento no era suficientemente buena noticia, el sorteo además se puso de su lado, evitando a cualquier rival de enjundia por su lado del cuadro. Así, sobre el papel, sus mayores complicaciones para llegar a un hipotético partido por el título serían Holger Rune o Lorenzo Mussetti, pero solo se mediría a ellos en una semifinal. Mucho buen jugador, pero nada de rivales terribles por el camino, lo que puede servir para que Alcaraz aumente su confianza.

Es cierto que ante Fabian Marozsan tuvo un pequeño momento de desconexión que pagó con un set perdido, pero no tardó en levantar la cabeza y dar la vuelta a lo sucedido, sin perder la calma y subiendo el nivel de juego. Así es como logró el pase a tercera ronda de Roland Garros, donde ahora se enfrentará a Damir Dzumhur, un jugador que protagonizó una de las grandes anécdotas en lo que va de torneo... por un despiste del que solo él no fue consciente.

Su partido ante Giovanni Mpetshi Perricard estaba siendo realmente intenso, con intercambios largos y puntos muy trabajados por parte de ambos jugadores. Tanto que, en un momento determinado del encuentro, el bosnio, en un buen intercambio, forzaba al joven francés a mandar su bola larga. El juez de silla cantaba el resultado, el galo se encaminaba hacia la red y el público gritaba enloquecido... pero Dzumhur cogía una nueva bola para realizar un nuevo saque.

El bosnio era el único de toda la pista que no se había enterado de que había ganado el encuentro. De ahí que, al darse cuenta de lo que pasaba, rápidamente acudiera a la red para dar la mano a su rival y al juez de silla, al mismo tiempo que pedía explicaciones a su box sobre lo sucedido. Ahora, una ronda después, se medirá a Alcaraz, un partido en el que deberá de sacar su mejor versión si quiere incomodarle. Aunque la victoria más importante de su carrera la firmó ante Rafa Nadal.

Sucedió en 2016, en cuarta ronda de Miami, donde Dzumhur derrotó a un español que, con problemas físicos, se terminó retirando. Fue una de esas victorias que le confirmaron que el camino elegido era el correcto y que decantarse por la raqueta fue acertado, justo unos años después de haber tenido algunos papeles importantes como actor en su país. También probó con el fútbol, pero el tenis era su primera opción y, desde luego, no se equivocaba lo más mínimo.

Llegó a ser el 23º del mundo y suma tres títulos en su carrera -San Petersburgo, Moscú y Antalya-, pero sabe que en este momento vive otra realidad diferente. A sus 33 años, sabe que son sus últimos buenos años de carrera, por lo que trata de disfrutar todo lo que puede en la pista. Esta será la primera vez en la que Alcaraz y el bosnio se enfrenten, en un marco que no puede ser mejor: Roland Garros. Alcaraz tiene una misión clara, ante el tenista que no sabía que había ganado.