Alexia vuelve a mandar en la Selección: ni el dolor ni el silencio pueden frenar su reinado

El camino de Alexia Putellas desde la camilla al césped es todo un ejemplo de superación. La rotura del ligamento cruzado en julio de 2022, la apartó de la Eurocopa 2022 y marcó el comienzo de un viaje largo y muchas veces invisible.

Durante meses, su figura dejó de estar en los focos, pero nunca se apagó. El resurgimiento de la estrella de Mollet del Vàlles, estaba a punto de comenzar.

En esta Eurocopa 2025, volvió a ocupar el centro del campo como si el tiempo y su dolor hubiesen afinado el compás. Se confirmaban los presagios de su temporada. MVP en el debut ante Portugal. MVP ante Bélgica con dos goles, dos asistencias y una actuación que resume su estado de forma y su experiencia competitiva. Al terminar el partido, se mostraba confiada por su juego: “Me siento muy rápida mentalmente, y para mí eso es un detonante de que estoy bien”, confesó tras el 6-2 a Bélgica.

El talento nunca desapareció. Pero ahora tiene otro peso, porque llega después de muchos tropiezos. Su camino no fue una simple recuperación. Tras recibir el alta en abril de 2023, las molestias volvieron en noviembre. Luego una operación menor, una lesión muscular, un esguince… Nada dramático, pero sí constante. Cada paso hacia delante tenía una advertencia: no será fácil.

Por eso, lo que estamos viendo en esta Eurocopa tiene un valor extra. Pero más allá de los números (tres goles, dos asistencias, y actual pichichi de la Eurocopa junto a Esther), lo que brilla es su persistencia. Su manera de volver sin prisa, pero con la determinación de quien no se conforma con mirar desde fuera.

Una líder dentro y fuera del campo

Alexia no necesita levantar la voz. Le basta con un pase filtrado, una pausa en el momento justo, una mirada que ordena a las demás. Lo entendió perfectamente en su respuesta tras ser elegida mejor jugadora: “Me han dado el MVP a mí, pero esto es de todas. Cada una tiene su rol”. Ese liderazgo tranquilo, que huye del protagonismo, es el reflejo de una futbolista que no quiere que la historia se quede en la lesión. Ni siquiera en la recuperación. Lo que quiere es volver a competir, ayudando a hacer protagonista a su equipo y no centrarse en su figura individual.

España está en cuartos. El equipo domina. Y en el centro de todo, sin alzar la voz ni mirar atrás, Alexia Putellas ha vuelto a ser la jugadora que marca la diferencia. La historia no habla de revancha. Solo habla de alguien que, cuando parecía perder el paso, decidió no parar de caminar.

No volvió para que le aplaudieran, sino para reencontrarse con su lugar en el campo, con su equipo, con su fútbol. Es el ingrediente esencial para ordenar el caos, leer los tiempos y marcar el ritmo como si de una directora de orquesta se tratase. Es simplemente la confirmación de que, después de todo lo que ha pasado, sigue siendo el punto de equilibrio de España.