¿Fútbol, ‘soccer’ o ‘socker’?

En vísperas del partido entre Estados Unidos y los Países Bajos en el Mundial de Qatar, el entonces presidente estadounidense Joe Biden colgó un mensaje en su cuenta de Instagram que decía: “¡Se llama soccer , arriba USA, vamos chicos, podéis hacerlo!”. Los neerlandeses ganaron 3-1 con toda facilidad, y Mark Rutte, que era el primer ministro del país, respondió con sorna: “Joe, ha ganado el fútbol”.
El término soccer no nació al otro lado del Atlántico, sino que fue inventado en la segunda mitad del siglo XIX por un estudiante de la Universidad de Oxford, Charles Wreford-Brown, que jugaba a ese incipiente deporte, y pronto se hizo popular en los exclusivos colegios privados ingleses para distinguirlo del rugby football, como se conocía al deporte más aristocrático del balón ovalado.
Lee también Con permiso de Cristóbal Colón Rafael Ramos
Nuestro fútbol fue bautizado como football association, pero el nombre resultaba demasiado largo. En inglés se convierten los verbos en sustantivos añadiendo al infinitivo la terminación er (kill, killer), y hay la costumbre de dar apodos o nombrar cosas con esa misma fórmula (un goner, de go, es alguien que desaparece o que se ha muerto). Wreford-Brown cogió las letras intermedias de la palabra association para inventar el soccer , y el término cuajó, y es como se llama al juego en los Estados Unidos, Australia y Canadá. Así se escribe la historia.
Un periódico publicado en Oxford, The Oldhallian, utilizó la palabra soccer en 1885 para la crónica de un partido entre el equipo de esa universidad y el Aston Villa, que entonces tenía once años de vida y ganó sin problemas. A nivel nacional, el The Guardian y el The Times se sirvieron de ella (en ocasiones para hablar del hooliganismo) en los albores del siglo XX, cuando el fútbol se convirtió en el juego favorito de las clases obreras. Un popular programa de radio que existió hasta hace dieciocho años se llamaba Soccer AM.
La palabra socker apareció en The New York Times (nadie es perfecto) en 1905, en el contexto de una crónica para narrar la victoria de los Pilgrims (un combinado inglés) sobre un conjunto local por 7-1 en los Polo Grounds, un icónico estadio en la parte alta de Manhattan donde jugaron los Giants y los Yankees. El deporte era una novedad, y el cronista alabó “los pases inteligentes, los regates, las fuertes patadas a la pelota, la limpieza”, y el hecho de que no se perdiera tiempo atendiendo a los lesionados, al contrario que en el violento fútbol americano.
Lee también El silencio de los cobardes Rafael Ramos
Por qué socker y no soccer. Uno de los jugadores visitantes le gastó al reportero la broma de que el deporte se llamaba así por las gruesas medias (socks) de lana que llevaban los futbolistas, y el periodista picó el anzuelo, quizás pensando que la historia sobre un juego desconocido no justificaba buscar una doble fuente, o aplicar el lema de que “si tu madre te dice que te quiere, has de confirmarlo”.
Hasta bien avanzado el siglo pasado, el organismo regulador del fútbol estadounidense se llamó USFA (United States Football Association), y solo en 1974 adoptó su nombre actual de U.S. Soccer Federation, una vez más para distinguirlo del fútbol americano, el deporte rey al otro lado del charco.
El actual secretario general de la OTAN, Mark Rutte, es un gran aficionado al fútbol. No consta cuál es su equipo actual, si el Ajax, el Feyenoord o el ADO de La Haya, ciudad en la que nació y a cuyo viejo estadio de Zuiderpark, en los suburbios del sur de la capital, iba de pequeño. Pero el pelota mayor del reino, que hace todo lo posible por agradar a papi (Trump) no le gastaría al actual titular de la Casa Blanca la misma broma que a Biden. De hecho, llamaría al fútbol soccer o hasta socker si fuera necesario.
La globalización del fútbol Harborough Town, el más español de los equipos inglesesCuál no sería la sorpresa de los habitantes de Market Harborough, una localidad de Leicestershire, cuando con ocasión de uno de los últimos partidos de la temporada (contra el St Ives) se presentaron cien aficionados españoles en dos autobuses, y ocuparon toda una grada del estadio de Bowden Park, animando al modesto Harborough Town (de la séptima división) con cánticos en castellano. Fue una excursión organizada por La Media Inglesa, un canal de YouTube especializado en fútbol inglés con casi medio millón de suscriptores, que ha adoptado a los bees (abejas) y en el 2025 retransmitirá sus partidos en live stream.
lavanguardia