Inflación retomaría el ritmo descendente en mayo, aunque con disparidades

Esta semana comienza con la expectativa del mercado por saber cómo quedó la inflación en Colombia para mayo, especialmente tras las sorpresas que dejó este indicador el mes pasado, que si bien cayeron como un baldado de agua fría, no minaron la confianza, tal y como se aprecia en las apuestas de los analistas, quienes dicen que volverá a bajar.

En todo esto, lo primero que hay que decir es que los datos previos del mercado muestran que esa desaceleración no sería pareja en toda la canasta familiar y mientras alimentos como las papas, las frutas frescas y algunas carnes aliviaron el bolsillo, otros productos del agro y de origen minero siguen ejerciendo una presión significativa sobre el costo de vida.

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Actualmente, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) indicador clave para medir el precio de bienes y servicios se encuentra en 5,16%, dato que marca un repunte, luego de que la variación mensual de abril fuera de 0,66%, y recordara que la desinflación no es un proceso lineal, que para el caso de Colombia, todavía tiene retos persistentes.

Precios al productor

En la antesala al reporte que está por conocerse, el Dane reveló el consolidado de los precios al productor, que mide la variación en los precios de los bienes producidos internamente antes de llegar al consumidor y que cayó un 1,15% mensual en mayo, su mayor descenso en lo que va del año.

Cabe resaltar que esta cifra representa un giro importante frente a abril, cuando había subido un 0,14%, y también frente al acumulado de 2025, que ahora es negativo (-1,11%), impulsada principalmente por fuertes reducciones en productos agropecuarios como la papa (-19,76%), las frutas de pepita y hueso (-17,09%) y la carne de aves (-1,07%), así como por el retroceso en los aceites de petróleo crudo (-4,26%).

De acuerdo con la autoridad estadística, el sector agrícola registró una contracción del 3% en el IPP, la minería cayó 3,69% y la industria se mantuvo prácticamente estable (-0,01%). En conjunto, estas cifras reflejan una desaceleración de los costos de producción que podría empezar a trasladarse al consumidor final en los próximos meses.

En paralelo, un informe de Investigaciones Económicas de Bancolombia basado en datos de Servinformación, empresa que monitorea precios en tiendas de barrio y minimercados, también anticipa una moderación en la inflación de alimentos.

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Según este estudio, la inflación de alimentos en mayo se habría ubicado en 0,6% mensual, lo que representaría una variación anual de 4,67%. Los investigadores contaron que las carnes mostraron un comportamiento mixto, puesto que la carne de res subió 0,65%, pero el cerdo cayó -1,34% y el pollo -1,07%.

Así mismo, en frutas y verduras, la tendencia fue mayoritariamente a la baja, destacándose nuevamente la papa (-16%) y las frutas frescas (-7,6%); yendo en la misma dirección que lo reportado por el Dane y sumando pruebas que reafirman los datos favorables a esperar con el costo de vida en esta oportunidad.

También se observaron avances moderados en productos como el plátano (3,1%), cebolla (1,8%) y algunos procesados que aún suben, pero a un ritmo más lento: +0,54% mensual. Así mismo, indicaron que uno de los factores que estaría ayudando a contener la inflación en productos agrícolas es el clima. Explicando mejor este último punto, el informe de Bancolombia prevé la continuidad del régimen de lluvias para lo que resta de 2025 y el primer trimestre de 2026, asociado a una fase débil del fenómeno de La Niña, comportamiento climático que favorece la producción, el abastecimiento y la estabilidad de los precios en el campo.

“Este contexto climático se vuelve especialmente relevante para Colombia, donde los choques de oferta por clima han sido una de las principales fuentes de volatilidad inflacionaria en los últimos dos años”, resaltaron.

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Puntos de presión

No obstante, no todo el panorama es alentador y hay que decidir que algunos productos siguen mostrando variaciones elevadas que podrían mantener presiones localizadas sobre la inflación, en especial en zonas rurales o regiones con alta dependencia de alimentos específicos.

Entre ellos destaca el café, cuyo precio al productor subió 4,25% en mayo y acumula un alza interanual de más del 72%, según el Dane. Este comportamiento tiene un impacto indirecto en productos derivados y en el ingreso rural, pero también podría generar contagio inflacionario si se mantiene en el tiempo.

Igualmente, el oro en bruto registró un aumento mensual del 2,8% y anual del 44,8% y aunque no afecta directamente la inflación del consumidor, refleja tensiones en los mercados internacionales que podrían alterar el tipo de cambio y, con ello, los precios de productos importados.

Por su parte, los aceites de petróleo bajaron fuertemente en mayo, pero siguen en niveles relativamente volátiles y no hay que olvidar que su efecto rebota en combustibles, transporte y costos industriales, por lo que es un factor a seguir con atención.

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Si bien todos los indicadores apuntan a una moderación de la inflación en mayo, el descenso no será homogéneo, ya que algunos rubros del IPC, como vivienda, educación, salud y servicios, no responden directamente a las dinámicas de alimentos y combustibles, y su comportamiento podría mantener la inflación general por encima del 5%.

Por último, de acuerdo con la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco de la República, realizada entre el 9 y el 13 de mayo, los analistas proyectan que la inflación mensual de mayo se habría ubicado en 0,38%, con una inflación anual esperada de 4,79%; por lo que si se confirma esta cifra, marcaría un retorno a la senda desinflacionaria tras el repunte inesperado de abril, aunque todavía alejada de la meta del 3% trazada por el Emisor para el mediano plazo.

Así las cosas, los precios al productor y al por menor muestran señales de enfriamiento, especialmente en alimentos frescos. Sin embargo, las disparidades sectoriales, el comportamiento de los procesados, y la persistencia de precios altos en productos clave como el café recuerdan que la inflación en Colombia aún no está completamente domada.

Es por esto que el dato que revele el Dane este lunes será clave para confirmar si el país vuelve al camino esperado o si, por el contrario, la desinflación sigue siendo tan desigual como incierta, lo que aumentaría la presión en estos tiempos de incertidumbre fiscal.