Acelerado aval del TC a la cuestionada amnistía

La esperada decisión del Tribunal Constitucional de avalar el grueso de la polémica Ley de Amnistía para los responsables del procés no cierra el debate sobre una norma que ha fracturado profundamente a la sociedad y a la judicatura. En primer lugar, la resolución se sustenta en una exigua mayoría de 6 a 4 entre los miembros del órgano que participaron en la misma, a diferencia de los pronunciamientos durante la intentona golpista, que fueron todos aprobados por unanimidad.

Un valor que debería haberse mantenido en una materia tan delicada como fue el desafío al "orden constitucional, la unidad del Estado y a la soberanía nacional" desde las instituciones catalanas, tal como reconoce la propia sentencia del Constitucional. Segundo, por el evidente carácter de autoamnistía inherente de la norma elaborada a la medida y al dictado de los beneficiarios de la misma, como apuntaron los juristas de la Comisión Europea en el escrito remitido a principios de mes al Tribunal de Justicia de la UE dentro del proceso que instruye a instancias del Tribunal de Cuentas por el uso de fondos públicos para fines partidistas.

Finalmente, para evitar el potencial choque de legitimidades que podría producirse si los tribunales comunitarios resolvieran en sentido contrario al organismo que preside Cándido Conde-Pumpido. Aunque esta primera sentencia no aborda el delito de malversación que todavía pesa sobre Puigdemont y Junqueras, algunos vocales habían pedido por ello retrasar la deliberación sobre la ponencia, pero el bloque progresista ha impuesto su rodillo para validar el borrado de las causas penales por el procés.