Atentado contra Miguel Uribe Turbay, precandidato presidencial, desafío de los violentos a la democracia colombiana

El fantasma de la violencia política, que en las décadas de los 80 y los 90 amenazó la estabilidad democrática, vuelve a asustar en el país. Hacia las 5 y 40 p. m. de este sábado, el senador Miguel Uribe Turbay, precandidato presidencial del uribismo y uno de los más duros críticos del gobierno del presidente Gustavo Petro, fue atacado a bala por al menos dos sicarios que le dispararon a quemarropa a la altura del tórax y la cabeza. Las autoridades, que ofrecen 3.000 millones de pesos como recompensa a quienes ayuden a capturar a los responsables del atentado, confirmaron anoche que están tratando de con la pista de otras dos personas.
El acto terrorista, el más grave cometido contra un aspirante a la Presidencia en décadas, sorprendió a Uribe Turbay cuando lideraba un evento político en un parque del sector de Modelia, en el occidente de Bogotá. El Gobierno Nacional, todas las fuerzas políticas, los aspirantes a la presidencia en el 2026 y diversos sectores se unieron para condenar el grave ataque, que se da cuando en el país sigue incrementándose la polarización política, ahora por cuenta de la consulta popular y la intención del Ejecutivo de convocarla por decreto a pesar de que fue negada por el Senado.

María Claudia Tarazona y Miguel Uribe Turbay. Foto:maclaudiat
Precisamente, en su última intervención nacional, en el foro de Asobancaria en Cartagena esta semana, Uribe Turbay centró su intervención en fustigar esa iniciativa del presidente Petro. Ya de regreso a Bogotá, reinició sus actividades proselitistas , donde ha realizado decenas de encuentros con comunidades.
Ayer, después de una corta intervención, el precandidato fue increpado duramente por una mujer y el momento fue aprovechado por un sujeto de cabello largo, con apariencia de habitante de calle, para acercarse a Uribe y dispararle a boca de jarro. Según los testigos, al menos había otro sicario en el lugar.
En ese momento, el senador del Centro Democrático acababa de hablar de la situación de inseguridad en el país. “Cuando fui secretario de Gobierno en Bogotá, hace unos años, pensaba que prohibir el porte de armas ayudaba. Pero ahora, ¿quiénes son los que tienen armas? Los bandidos. Conclusión: vamos a ser muy estrictos con los salvoconductos, pero sí creo que el colombiano de bien que quiera portar un arma podría hacerlo”, dijo ante varias decenas de personas reunidas en el parque de la carrera 82 con calle 22 bis, en la localidad de Fontibón. También habló de la política pública para personas en situación de discapacidad y de salud mental. Aún con el micrófono en la mano, recibió –según información preliminar– dos disparos.

Ciudadanos acudieron a la Fundación Santa Fe y rezaron por la salud de Miguel Uribe. Foto:César Melgarejo/ El Tiempo
Hernán Quiñónez, simpatizante del candidato y asistente al evento, le dijo a EL TIEMPO que había unas 300 personas cuando “una mujer llegó a insultar a Uribe con palabras soeces. Dos minutos después, mientras Miguel Uribe hablaba con ella y le pedía que se calmara porque ‘la voz se iba a escuchar el 7 de agosto de 2026’, sonaron seis o siete tiros”.
Según su versión, el atacante llegó por detrás del parque e intentó escapar por la misma vía hasta que fue alcanzado por los disparos del esquema que protegía al senador. Portaba una pistola Glock 9 milímetros y tiene 14 años. Videos en manos de las autoridades muestran al sicario, de camiseta oscura, acercarse por la espalda de Uribe sin mayor dificultad. Luego le dispara a la cabeza desde abajo, por el costado izquierdo. Imagenes anteriores lo muestran hablando con una mujer: se investiga si fue la misma que generó el altercado apenas segundos antes de los disparos.
Cómo logró acercarse el atacante y el relativo nivel de desprotección del líder político –aparente-mente no tenía chaleco antibalas, pues solo vestía una camisa azul– son elementos claves en la investigación que asumió la fiscal Daicy Jaramillo, jefa de seguridad territorial del ente acusador. Se indagan también las condiciones del apoyo policial a la seguridad del evento político. Las cámaras de seguridad en todo el suroccidente de Bogotá eran barridas anoche por los investigadores, en búsqueda de pistas sobre el plan criminal.

En esta ambulancia fue trasladada el senador Miguel Uribe. Foto:César Melgarejo/ El Tiempo
Ninguna autoridad se aventuraba anoche con hipótesis sobre la autoría intelectual del crimen, cuyo modus operandi –el uso de menores como sicarios, la relativa facilidad con la que lograron acercarse a su víctima– revivió para los colombianos escenas como las vividas durante el magnicidio de Luis Carlos Galán, en agosto de 1989, y el de Carlos Pizarro, un año después, o el de Luis Donaldo Colosio, en México, en 1994. Anoche, el senador Uribe Turbay luchaba por su vida en la Clínica Santa Fe, a donde fue trasladado después de que los médicos del centro médico de Modelia lograron estabilizarlo.
Múltiples voces exigían anoche al gobierno del presidente Petro que se garantice la seguridad de todas las campañas de cara al 2026 y para que se baje el nivel de confrontación política. Los expresidentes de la República, las altas cortes y voceros de todos los sectores se unieron a esos llamados. El gobierno de EE. UU., a través del secretario de Estado, Marco Rubio, dijo: “Tras haber presenciado de primera mano el progreso de Colombia en las últimas décadas para consolidar la seguridad y la democracia, no puede permitirse volver a tiempos oscuros de violencia política. El presidente Petro debe moderar su discurso incendiario y proteger a los funcionarios colombianos”.

Inmediaciones de la Fundación Santa Fe. Foto:César Melgarejo/ El Tiempo
Ante la gravedad de la situación, Petro canceló el viaje previsto a Francia y en un trino expresó su solidaridad con la familia de Uribe Turbay. “No sé como mitigar su dolor”, escribió. Anoche se esperaba una alocución televisada. El analista Gabriel Cifuentes, columnista de EL TIEMPO, lamentó el atentado y aseguró que es “una muestra del riesgo de tener un país polarizado e incendiado”. “La violencia también es de palabra”, señaló. En la misma vía, el politólogo Jairo Libreros calificó como “un retroceso histórico” la situación.
Anoche, la Clínica Santa Fe informó que el senador “ingresó en estado crítico” y fue sometido “a un procedimiento neuroquirúrgico y vascular periférico”.
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