El Gobierno afronta el último pleno del curso con las medidas del sistema eléctrico en el aire

El último pleno del curso político en el Congreso debatirá y votará desde esta mañana tres decretos ley, tres leyes enmendadas desde el Senado y una doble reforma del reglamento. La sesión empieza a las 11 de la mañana y la principal incógnita del día es cual será el desenlace en la votación del decreto de medidas urgentes para el refuerzo del sistema eléctrico, un paquete que debe garantizar que no se va a repetir el sensacional apagón del 28 de abril, hace menos de tres meses.
Podemos –decidido a poner tierra de por medio con el PSOE y sobre todo con su socio, Sumar– ya ha advertido que va a votar en contra de la convalidación del decreto eléctrico y queda por ver qué hará el Partido Popular.
Las compañías eléctricas están muy interesadas en que el decreto vea la luz cuando antes pero el PP no desea que el último pleno del curso político termine con un buen balance para el Gobierno de modo que deberá decidir entre molestar a las compañías productoras de energía con un no a la propuesta del Gobierno o contentar al Ejecutivo con, al menos, una abstención.
Si no hay cambios de última hora el PNV y ERC, que tenían dudas sobre este decreto han llegado a sendos acuerdos con el Gobierno. Bildu, a su vez, ya ha decidido que votará a favor. Junts, como es habitual, no ha dicho por ahora qué votará pero ayer el ministro Bolaños aseguraba que las relaciones con el partido que lidera Carles Puigdemont están bien orientadas.
Hace algunas semanas se barajaba la posibilidad de que el Gobierno llevara a esta sesión la votación la reducción de la jornada laboral, impulsada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, e incluso se había aventurado la posibilidad de debatir ya la reforma de la justicia que impulsa el ministro Félix Bolaños. Ambas han quedado fuera del orden del día y siguen en negociación con los aliados y en particular, con Junts per Catalunya. El hecho de que estos proyectos legislativos hayan quedado fuera de la sesión puede garantizar al Gobierno un buen marcador al final de la jornada.
Una de las leyes que podrían quedar aprobadas es la de creación de la Agencia Estatal de Salud PúblicaAdemás del decreto eléctrico, se someterán a votación otros dos. Uno relativo a las entregas a cuenta a las comunidades autonómicas y administraciones locales y el otro relativo a los incentivos fiscales de determinados acontecimientos de interés público. A priori, ambos prosperarán.
En el pleno también se votarán las enmiendas del Senado a tres leyes que en su día fueron remitidas por el Congreso. Entre estas leyes está la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública que vuelve a la Cámara baja por segunda vez porque en la primera fue torpedeada por Junts y obligó al Gobierno a volver a presentarla. En teoría esta vez, prosperará definitivamente.
También se debatirán dos reformas del reglamento del Congreso Una de ellas es la espinosa limitación del periodismo partisano, esto es, de los activistas –esencialmente de medios de la extrema derecha– acreditados como informadores en la Cámara. A esta reforma se oponen Vox y PP. La aprobación de esta modificación está garantizada y cuenta con el apoyo mayoritario de las asociaciones profesionales del periodismo.
La otra, relacionada con el uso del lenguaje inclusivo hará que el Congreso de los Diputados pase a llamarse sólo Congreso.
Este pleno de fin de curso es importante porque establece el marco de relaciones políticas con la vista puesta en lo que vendrá en setiembre que, presumiblemente, no será poco.
El grupo popular de una parte y Vox de la otra deberán fijar a lo largo del día sus posiciones, pero, especialmente para el PP, la sesión de este martes es complicada no tanto por lo que vaya a defender en la tribuna de oradores como por el hecho de que las revelaciones del caso Montoro han cambiado el escenario.
Hace dos semanas eran los socialistas quienes se veían obligados a dar todo tipo de explicaciones en los pasillos del Congreso por el estallido del escándalo Cerdán. Ahora es el PP quien deberá lidiar con la sombra de su propio pasado.
Como cada día, no es descartable que una nueva sorpresa cambie el rumbo de la jornada, pero todo apunta a que terminará en tablas: la mayoría de la investidura, magullada pero sin alternativa; el Gobierno, en su puesto por ahora, y el PP y el PSOE, abrumados por sus propias miserias.
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