España graba y se horroriza
Los archivos y las cintas de audio son el motor más potente de la política española desde hace más de quince años. Las grabaciones secretas desempatan. La técnica no es complicada. En la tienda del espía hay buen material. Solo hace falta sangre fría, mucha sangre fría.
6 de noviembre del 2007. José Luis Peñas , concejal del Partido Popular en el municipio madrileño de Majadahonda presenta una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción y la unidad de delincuencia económica y fiscal de la Policía (UDEF) sobre la existencia de una trama de corrupción política y empresarial encabezada por Francisco Correa y vinculada a cargos públicos del PP. El concejal Peñas acompaña la denuncia con 18 horas de grabación con los principales cabecillas de la red. Ha estado grabando conversaciones durante un año, puesto que conoce a la trama en su calidad de concejal de Majadahonda. Peñas, de profesión conserje de un servicio municipal en Madrid, siempre ha sostenido que actuó movido por la indignación.
La policía bautizó el caso como Gürtel, correa en alemán. El sumario fue instruido inicialmente por el juez Baltasar Garzón. Posteriormente, Garzón fue apartado de la carrera judicial. El Tribunal Supremo falló en el 2012 que Garzón había ordenado escuchas ilegales en la investigación de Gürtel al disponer la intervención de las conversaciones entre los acusados presos y sus abogados.
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Gürtel sajó como una afilada cuchilla la vida política del país y fue el resorte principal de la moción de censura que a finales del 2018 tumbó al gobierno de Mariano Rajoy . En estos momentos aún quedan treinta piezas judiciales abiertas, y dentro de un año aproximadamente, en mayo del 2026, tendrá lugar el juicio por el caso Kitchen, referido a la presunta utilización de efectivos policiales y fondos reservados para intentar entorpecer las pesquisas que llevaba a cabo la UDEF. El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz encabeza la lista de los once encausados, con una petición fiscal de 15 años de prisión. La actual dirección del Partido Popular se considera desvinculada de aquellos acontecimientos y exculpada por el paso del tiempo y la moción de censura. Alberto Núñez Feijóo se siente rebautizado en el río Jordán.
José Luis Peñas, condenado a cinco años de prisión por beneficiarse de la trama que denunció, fue indultado recientemente por el Consejo de Ministros. “El mensaje que enviamos con este indulto es muy claro: quien colabora con la justicia tiene el apoyo del Gobierno”, declaró el ministro de Justicia, Félix Bolaños . Silencio en la sala.
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Sin duda alguna, el rey de las grabaciones es el excomisario José Manuel Villarejo Pérez . En la primavera del 2017 comenzó a circular por Madrid que Villarejo, ingresado en prisión por una oscura operación de desestabilización en Guinea Ecuatorial, estaba poniendo a la venta audios de su descomunal archivo a través de personas interpuestas. “Tienen material para hacer caer tres veces el sistema político español”, comentó aquellos días a La Vanguardia una persona que había sido contactada por si tenía interés en comprar.
El agente Villarejo llevaba años grabando sistemáticamente todas sus conversaciones y comprando, con la complicidad de otros policías, audios desechados de las escuchas efectuadas con autorización judicial. De esas escuchas sólo deben conservarse los fragmentos referidos a la materia investigada, el resto debe ser destruido. Muchos retales acabaron en el mercado de segunda mano. Villarejo poseía la mayor fonoteca de España, cuidadosamente encriptada. Varios terabytes de información, esto es, miles y miles de archivos digitales. El Escorial de la información secreta.
Desde hace quince años, las grabaciones secretas actúan de motor de la política españolaMucha gente sabía en Madrid que Villarejo compraba información y se ofrecía a desarrollar operaciones especiales en el ámbito empresarial y político. Bancos, grandes empresas del Ibex, personajes influyentes en apuros. Llegó a meter las narices en el asunto Corina, Desatranques Villarejo. Un 007 castizo. Un lobo aparentemente solitario con acceso a las bases de datos policiales y a la información tributaria. Amigo de jueces, fiscales, consejeros editoriales y periodistas, a los que también grababa mientras comían paella. Pieza fundamental en muchas conspiraciones capitalinas. “Esto te lo arregla Villarejo”. Posiblemente un caso único en la Europa Occidental.
Un tipo muy inteligente y temible que se inició como policía en el País Vasco a principios de los años setenta, investigando a ETA. Más cercano al PP que al PSOE, no se atrincheró nunca con ningún bando. Estaba a disposición de todo el sistema. Efectuó servicios especiales para el ministro del Interior José Luis Corcuera en la fase desesperada del PSOE de Felipe González. Y veinte años después se pondría a disposición del Gobierno de Mariano Rajoy para intentar reventar a Podemos, cuando en el otoño del 2014 este joven partido alcanzó el 26% de intención de voto en las encuestas, como catalizador del enfado social derivado de la crisis económica y de la indignante acumulación de casos de corrupción. Villarejo y Catalunya. Figura crucial también de la guerra sucia contra el independentismo catalán, con muchos viajes a Andorra.
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No hay constancia de que todo su gigantesco archivo haya sido desencriptado por el Centro Nacional de Inteligencia. El potencial desestabilizador de esa inmensa fonoteca sigue vigente. Villarejo también se sentará en el banquillo cuando empiece el juicio por el caso Kitchen. No podía faltar a esa cita.
El antiguo guardaespaldas Koldo García Izaguirre seguramente se sintió motivado por la incansable grabadora del comisario Villarejo cuando decidió que él no sería el tonto de la película si algún día se descubrían los manejos que le encargaba Santos Cerdán, entonces figura en ascenso en el PSOE, un tipo hermético, granítico, aparentemente de una pieza, que apostó por Pedro Sánchez cuando este decidió recuperar la secretaría general del PSOE recorriendo España a bordo de un viejo Peugeot.
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El fiel Koldo condujo ese coche en más de una ocasión. Sánchez ganó las primarias del 2017 como el llanero solitario, captando la desazón de muchos militantes socialistas inquietos ante la crítica de sus hijos, fascinados por Podemos. Un año después, Sánchez accedía al Gobierno al triunfar la moción de censura. Lo que pasó después en el sótano lo estamos conociendo ahora, quizá de manera aún incompleta.
Koldo decidió grabar y, según el diario ABC , la Guardia Civil no ha hallado todos sus archivos. Otras grabaciones se hallarían en un lugar secreto y según el citado diario contienen voces de otros partidos e instancias. “Podría hacer caer el Gobierno y mucho más”, ha comentado el periodista Javier Chicote . Koldo, en la senda de Villarejo. Antiguo colaborador de la Guardia Civil en la lucha contra ETA, especializado en labores de seguridad, conoce la técnica. Sería interesante saber con qué facilidad la UCO halló las grabaciones en el domicilio de Koldo García y con qué grado de dificultad consiguió desencriptarlas.
Los archivos que la UCO ha logrado desencriptar revelan que Santos Cerdán dirigía la trama y ofrecen un recital de la España sórdida. Ácido sulfúrico en la cara del PSOE.
Koldo García, antiguo colaborador de la Guardia Civil contra ETA, conocía las técnicas de grabaciónLos bajos fondos del PP desvelados por las grabaciones del concejal Peña se peinaban con brillantina, lucían corbatas de color pastel, acudían a la boda de la hija de Aznar y se forraban con la visita de Benedicto XVI a València. Villarejo quería pasar desapercibido con una gorra castiza. Parecía un jubilado dedicado al cobro de recibos a domicilio. Los bajos fondos del PSOE mastican un palillo mientras hablan de putas.
En España se graba y la gente se horroriza al escuchar la miscelánea filtrada a los medios. España en lo suyo, siempre en lo suyo, mientras otra guerra empieza y congresistas demócratas son acribillados a balazos en Estados Unidos.
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