Oficialidad de lenguas en UE: voto aplazado por dudas de 7 estados

Bruselas, Bélgica – La Unión Europea ha decidido aplazar la votación sobre el reconocimiento del catalán, euskera y gallego como lenguas oficiales del bloque, tras no alcanzarse unanimidad entre los 27 estados miembros. La decisión, tomada el 27 de mayo de 2025 durante el Consejo de Asuntos Generales, responde a objeciones legales, financieras y políticas planteadas por siete países, cuyos nombres no fueron revelados —aunque se confirmó que Francia no está entre ellos.
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España se topa con obstáculos
La propuesta, impulsada por el gobierno de Pedro Sánchez, deberá regresar a una mesa técnica para mayor análisis. A pesar de la activa campaña diplomática encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y del respaldo público de líderes como el presidente catalán Salvador Illa, el proyecto quedó en suspenso.
Illa, sin embargo, se mostró optimista, afirmando que el reconocimiento está «más cerca que nunca».

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Reacciones políticas en España
Desde el Partido Popular (PP), principal fuerza opositora, se calificó el aplazamiento como una “derrota sin paliativos” para Sánchez. El PP acusó al Ejecutivo de utilizar la Unión Europea como “moneda de cambio” en sus acuerdos con partidos nacionalistas e independentistas, y señaló que varios países miembros resistieron lo que llamaron “presiones vergonzantes” de parte del gobierno español.
“Los países de la UE han mandado a Sánchez ‘al rincón de pensar’, devolviendo el proyecto a la mesa técnica.” – Partido Popular
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Obstáculos para la oficialidad lingüística
Reconocer nuevas lenguas oficiales en la UE conlleva desafíos estructurales y políticos. A continuación, los principales:
Desafíos identificados:
Costes financieros: Traducción e interpretación en tres nuevas lenguas requerirían un presupuesto significativo.
Complejidad administrativa: Más lenguas ralentizarían los procesos legislativos y operativos en Bruselas.
Implicaciones legales: Integrar estas lenguas exige reformas normativas y ajustes institucionales.
Equilibrio político: La unanimidad o amplio consenso es difícil cuando se percibe una motivación interna y no europea.
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Una iniciativa con carga interna
La propuesta de oficialidad lingüística llega en un contexto político español marcado por la dependencia del Gobierno del apoyo de fuerzas nacionalistas y regionales. Esto ha generado suspicacias en otras capitales europeas, que ven la iniciativa más como una estrategia interna que como una prioridad colectiva del bloque.
A pesar del retroceso temporal, el debate sobre la diversidad lingüística en la UE sigue vivo. El resultado de este proceso podría marcar un precedente clave para futuras propuestas similares dentro del bloque comunitario.
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La Verdad Yucatán