Paro Judicial: Las demandas y el silencio oficial

Un aumento salarial del 10%, bonos y la salida de su líder sindical son las demandas clave del paro judicial en CDMX. Analizamos por qué el gobierno no responde.

Más allá de los bloqueos, el paro del Poder Judicial en la CDMX se fundamenta en un pliego petitorio claro: aumento salarial, mejores condiciones y democracia sindical. Frente a esto, la respuesta de las autoridades ha sido un silencio que parece una estrategia política.

El prolongado paro de labores que tiene en jaque al sistema judicial de la Ciudad de México es un complejo conflicto político y laboral con demandas específicas que, hasta ahora, han chocado contra un muro de aparente indiferencia por parte de las autoridades. Para entender la profundidad de la crisis, es crucial analizar en detalle qué piden los trabajadores y por qué el diálogo parece estar roto.

El Pliego Petitorio: Un Desglose Detallado

Las exigencias de los miles de trabajadores en paro no son vagas. Se articulan en torno a tres ejes principales que revelan un profundo descontento acumulado durante años.

* Demandas Económicas: El reclamo más visible es un aumento salarial directo del 10% para el presupuesto de 2026. Además, exigen el pago de vales de despensa adeudados desde 2021 y la entrega de un bono retroactivo para compensar la pérdida de poder adquisitivo.

* Condiciones Laborales: Los trabajadores denuncian una creciente sobrecarga de trabajo y la falta de recursos e insumos adecuados para desempeñar sus funciones. Esta situación, aseguran, se ha agravado con la implementación del nuevo Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, que ha incrementado la carga procesal sin un aumento proporcional de personal o infraestructura.

* Democracia Sindical: Este es quizás el punto más revelador del conflicto interno. Los trabajadores exigen la renuncia de Diego Valdez Medina, actual Secretario General del Sindicato Mayoritario, a quien acusan de no representar sus intereses. La demanda de una elección libre y democrática para su dirigencia sindical es tan crucial como los reclamos económicos, pues sugiere una ruptura total de la confianza entre la base trabajadora y su representación oficial.

Un Movimiento que Crece

La protesta ha ganado simpatía y adhesión. Trabajadores de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la CDMX y defensores públicos se han sumado en solidaridad, denunciando que enfrentan problemas similares de sobrecarga laboral, falta de recursos y salarios insuficientes. Esto demuestra que el malestar no es exclusivo del Poder Judicial, sino que podría ser sintomático de una crisis más amplia en el sector de justicia de la capital.

«Si el tribunal decide tomar otras medidas, pues bueno, evidentemente contará con el respaldo del gobierno de la ciudad». – Declaración del Gobierno de la CDMX.

La Postura del Gobierno: ¿Estrategia o Indiferencia?

Tras unas mesas de diálogo iniciales, las negociaciones se encuentran estancadas. La postura del Gobierno de la Ciudad de México ha sido notable por su ambigüedad. En una de sus últimas declaraciones, un funcionario advirtió que el gobierno «respaldará» al tribunal si este «decide tomar otras medidas» para reiniciar actividades.

Esta frase, cuidadosamente elegida, puede interpretarse como una forma de presión. Al no ofrecer una solución directa pero aludir a «otras medidas», el gobierno podría estar señalando que su paciencia se agota y que podría respaldar acciones más contundentes por parte del tribunal, como declarar la huelga ilegal o tomar medidas administrativas contra los huelguistas. Es una táctica de negociación de alto riesgo que, en lugar de resolver el conflicto, podría escalarlo.

Este silencio calculado y las declaraciones ambiguas han creado un vacío de información, permitiendo que la narrativa sea controlada por los manifestantes y aumentando la percepción pública de un gobierno incapaz o poco dispuesto a resolver una crisis que afecta a cientos de miles de capitalinos.