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Dengue y chikunguña podrían llegar a Europa por el cambio climático y el mosquito tigre

Dengue y chikunguña podrían llegar a Europa por el cambio climático y el mosquito tigre
Durante años, enfermedades como el dengue y la chikunguña parecían confinadas a regiones tropicales. Pero esa idea empieza a quedarse obsoleta.
Una nueva investigación publicada en The Lancet Planetary Health advierte que ambos virus están en camino de convertirse en endémicos en varias zonas de Europa, impulsados por el cambio climático y la expansión del mosquito tigre asiático (Aedes albopictus), su principal vector de contagio.
El estudio, titulado Impacto del clima y del establecimiento de Aedes albopictus en los brotes de dengue y chikunguña en Europa: un análisis de tiempo hasta el evento, fue realizado por un equipo internacional de epidemiólogos y climatólogos.
Los autores utilizaron datos de 17 países europeos entre 2010 y 2020, y aplicaron modelos estadísticos para predecir la aparición de brotes.
Su conclusión es clara y preocupante: el riesgo de brotes autóctonos aumenta significativamente en regiones donde ya está asentado el mosquito, especialmente cuando se presentan condiciones climáticas cálidas.
El mosquito tigre
El 'Aedes albopictus', también conocido como mosquito tigre, es originario del sudeste asiático, pero ha colonizado amplias zonas de Europa desde principios del siglo XXI. Se adapta con facilidad a climas templados y puede sobrevivir incluso en inviernos moderados, lo que facilita su expansión.
Según la investigación, el simple hecho de que el mosquito este presente en una región europea duplica la probabilidad de que se presente un brote local de dengue o chikunguña.

mosquito tigre Foto:Archivo particular

Además, cuando las temperaturas aumentan entre 1 y 5 grados centígrados durante la temporada de transmisión (de junio a octubre), el riesgo se multiplica entre tres y cinco veces más.
“El cambio climático está transformando la geografía de las enfermedades infecciosas”, explican los autores del estudio. “Y el dengue y la chikunguña ya no son amenazas lejanas para Europa”.
Una amenaza que ya está en el continente
Aunque en la mayoría de los casos europeos los contagios de dengue o chikunguña han sido importados por viajeros, desde hace más de una década se han registrado brotes autóctonos, es decir, transmisiones locales sin antecedentes de viajes.
Francia, Italia y España son los países que concentran la mayoría de estos brotes. Tan solo en Francia, en el verano de 2022, se notificaron más de 60 casos autóctonos de dengue.
España ha registrado brotes en la Región de Murcia, Andalucía y Cataluña, con presencia establecida del mosquito tigre en la costa mediterránea y algunas zonas del norte.
¿Se podría convertir en una enfermedad endémica?
Cuando una enfermedad es endémica, significa que circula de forma constante y sostenida en una región, sin necesidad de que se importen casos. En otras palabras, que forma parte del “paisaje habitual” de enfermedades del lugar.
Este es el escenario que el estudio de The Lancet Planetary Health prevé para varias zonas del sur de Europa si no se toman medidas urgentes. A medida que el clima se vuelve más cálido y el mosquito tigre sigue expandiéndose, la circulación de los virus podría estabilizarse.
Eso aumentaría la presión sobre los sistemas de salud, que tendrían que diagnosticar y tratar enfermedades que hasta hace poco eran exóticas.
Además, los autores alertan sobre un problema adicional: las personas en Europa no tienen inmunidad natural frente a estos virus, lo que las hace más vulnerables a enfermar gravemente.
Ante esta amenaza creciente, los investigadores hacen un llamado a fortalecer los sistemas de vigilancia entomológica y epidemiológica en Europa. Proponen ampliar los programas de control de mosquitos, mejorar la detección precoz de casos y educar a la población sobre cómo reducir los criaderos.

Los expertos recomiendan tomar medidas durante el verano para evitar picaduras por mosquitos. Foto:iStock

El estudio también destaca la necesidad de integrar los datos climáticos en los modelos de predicción sanitaria. Esto permitiría anticipar brotes con mayor precisión y preparar respuestas más efectivas.
Los especialistas subrayan que el problema no es solo sanitario, sino también climático. “Mitigar el cambio climático es también mitigar el riesgo de enfermedades infecciosas”, afirman.
Si bien el panorama es preocupante, los autores de la investigación insisten en que es evitable. La expansión del mosquito y de los virus puede contenerse si se actúa con rapidez y coordinación. Sin embargo, cada verano que pasa sin medidas contundentes es una oportunidad perdida.
Los resultados de esta investigación son un llamado de atención para autoridades, personal médico y ciudadanía. La frontera entre lo tropical y lo templado se está desdibujando, y con ella, las certezas sobre qué enfermedades “pertenecen” a cada región.
ÁNGELA MARÍA PÁEZ RODRÍGUEZ - ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO.
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