La fruta que ayuda a prevenir la diabetes, a mejorar la circulación y a proteger las articulaciones
%3Aformat(jpg)%3Aquality(99)%3Awatermark(f.elconfidencial.com%2Ffile%2Fa73%2Ff85%2Fd17%2Fa73f85d17f0b2300eddff0d114d4ab10.png%2C0%2C275%2C1)%2Ff.elconfidencial.com%2Foriginal%2F6f6%2F64f%2F265%2F6f664f2655a62ee27c44e893c9ce7b4b.jpg&w=1920&q=100)
Consumida habitualmente en los desayunos, su sabor no es su única virtud: la naranja es una de las frutas con mayor potencial preventivo frente a enfermedades metabólicas, cardiovasculares y articulares. Además de ser una fuente natural de vitamina C, su ingesta diaria puede tener efectos clínicamente medibles en la salud.
Un ensayo clínico publicado en la revista Clinical Nutrition ESPEN ha evidenciado que el consumo de zumo de naranja durante 15 días en personas con obesidad y resistencia a la insulina puede mejorar significativamente el perfil lipídico y reducir la presión arterial. En particular, se observó una disminución de 37 especies de triglicéridos plasmáticos, muchas de ellas asociadas a ácidos grasos como el oleico y el linoleico, relacionados con procesos inflamatorios y cardiovasculares.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ffc7%2F38f%2F2b1%2Ffc738f2b140cbfb6eeafa36d0509d3cd.jpg)
Más allá de sus beneficios metabólicos, la naranja también se ha relacionado con propiedades antiinflamatorias que pueden proteger las articulaciones. Según un artículo publicado en Nutrients, algunos compuestos presentes en los cítricos como los flavonoides tienen efectos moduladores sobre marcadores inflamatorios, lo que puede resultar especialmente útil en personas con enfermedades articulares crónicas como la artritis reumatoide.
Los resultados sugieren que la combinación de antioxidantes, polifenoles y micronutrientes presentes en la naranja podría contribuir no solo a una mejor circulación y control del peso, sino también a una respuesta inflamatoria más equilibrada. Esta triple acción, metabólica, cardiovascular y articular, convierte a la fruta en una aliada clave en la prevención de patologías crónicas asociadas al estilo de vida.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb51%2Ff78%2F55b%2Fb51f7855bcb5c8d4ef2adc40d9c3c620.jpg)
La evidencia disponible apunta a que incluir zumo de naranja natural en una dieta controlada y equilibrada podría ser una medida eficaz en estrategias de salud pública centradas en la prevención de la diabetes tipo 2 y otras complicaciones relacionadas. Siempre debe considerarse el contexto clínico de cada paciente y consultar con un médico, pero estos hallazgos refuerzan el valor de los alimentos funcionales dentro de un enfoque nutricional integrador.
El Confidencial