Las terapias CAR-T, la gran esperanza contra el cáncer cerebral: "Hay una necesidad urgente de tratamientos"

El cáncer plantea un enigma muy particular para la medicina: ¿Cómo se combate una enfermedad cuando es el propio cuerpo el que se daña a sí mismo? Hasta ahora, los científicos no han dado con una respuesta única y definitiva; sin embargo, en el intento de responder al reto han ideado estrategias realmente ingeniosas. Y, a día de hoy, hay pocas tan prometedoras como las terapias CAR-T.
Los tratamientos con CAR-T consisten, de manera muy resumida, en extraer células inmunes del paciente, modificarlas para que combatan el tumor (o incluso otras enfermedades), replicarlas en el laboratorio e introducirlas de vuelta en el organismo. Es un procedimiento relativamente novedoso, pero ya está dando frutos: sin ir más lejos en España, país que ha apostado muy fuerte por esta estrategia, ya se administran a través de la sanidad pública a pacientes con cánceres hematológicos.
"Es una terapia aún muy novedosa"El potencial de las terapias CAR-T no se limita a los tumores de la sangre, y hay proyectos que tratan de aplicar la idea a cánceres más complejos de tratar si cabe. Este es el caso de los doctores Ricardo Gargini y Berta Segura Collar, respectivamente responsable y corresponsable del laboratorio de neuro-oncología traslacional del Hospital 12 de Octubre en Madrid; tal y como explican a 20minutos, una de sus líneas de investigación actuales consiste en la aplicación de terapias CAR-T en tumores cerebrales sólidos.
"El proyecto está en fase preclínica, y la idea es en el punto final, dentro de unos tres años, emprender un ensayo clínico con la diana más apropiada para este tipo de tumores empleando la estrategia CAR-T", desarrolla Segura. "Lo que hacemos es la puesta en funcionamiento de ese ensayo clínico, en lo que respecta a la validación preclínica que es necesaria para que la agencia del medicamento nos permita usar la CAR-T en pacientes", añade Gargini. "Como es una terapia aún muy novedosa, hay que establecer los parámetros clínicos basales y tener datos de seguridad y de toxicidad".
Es decir, que por ahora los estudios que están llevando a cabo emplean cultivos de células tumorales de pacientes in vitro y modelos animales (ratones), como paso previo a trasladar este posible uso de las terapias CAR-T a la clínica.
"Es un tratamiento individualizado""La terapia CAR-T", explica Segura, "es un tratamiento individualizado para cada paciente, en el que a cada uno de ello se les sacan células de la sangre y nos quedamos con las células T, un tipo de células del sistema inmune encargadas de atacar finalmente los tumores".
"Se implanta [en el tumor cerebral] un sistema que va introduciendo células modificadas. Después, con un control muy específico, podremos ir viendo cómo evoluciona"
Y prosigue: "Entonces, nosotros lo que hacemos en el laboratorio es modificarlas de tal manera de que sean capaces de reconocer el tumor que tiene ese paciente y atacarlo de una manera mucho más efectiva. Una vez que se ha hecho esto, se vuelven a inyectar al paciente; en este caso, lo haríamos directamente de manera intratumoral, en la cabeza".
Gargini añade más detalles: "En el procedimiento quirúrgico, se implantaría un sistema que iría introduciendo estas células modificadas. Será posible monitorizar la entrada de las células modificadas, y con un control muy específico del paciente podremos ir viendo cómo evoluciona el tumor a lo largo de los días o de los meses".
"Va a tener muchísimo futuro en cualquier tumor"Esta aplicación de las CAR-T supone un avance respecto al uso típico de la estrategia en la actualidad, que es en el marco de tumores hematológicos. "Es un salto casi a nivel científico", valora Gargini. "Los cánceres hematológicos han dado buena respuesta, y el Hospital 12 de octubre es pionero en ese aspecto, sobre todo en el caso del mieloma que se ha tratado en pacientes aquí con buenos resultados. El reto es que la terapia CAR-T por ahora sólo ha conseguido respuestas parciales en cánceres sólidos, al contrario de lo que sucede en tumores de la sangre; y, además, acceder a los tumores de cerebro resulta particularmente difícil por el procedimiento quirúrgico que entraña y porque es un órgano muy sensible a procesos inflamatorios y tóxicos".
"Hay muchos aspectos en los que hemos ido trabajando para establecer los parámetros correctos de aplicación, de cara a lograr una eficacia real en el desarrollo de esta terapia CAR-T", sigue. "Es algo en lo que nuestro laboratorio es pionero, pero los retos son máximos".
"Nuestra terapia CAR-T sería aplicable a una amplia variedad de pacientes, y pretendemos extenderlo a pacientes jóvenes adultos junto con el otro tipo de glioma (uno de los principales cánceres cerebrales), que es el glioma pediátrico. Pero actualmente la parte central de nuestro estudio es en glioblastomas en adultos", aclara.
Berta Segura, por su parte, afirma que "esta terapia tiene un gran potencial para cualquier tipo de tumor, ya que en nuestro cuerpo para cualquier cáncer en cualquier tejido las células que son capaces de acabar finalmente con él son las células T. La clave está en ver para cada tipo de tumor ver de qué forma tenemos que 'educarlas' para que una vez que vuelvan al cuerpo del paciente sean más efectivas".
"Es una terapia que va a tener muchísimo futuro para cualquier tipo de tumor", asegura. "Pero tiene mucha complejidad: los tumores tienen muchas vías para sobrevivir y, cuando atacas una, desarrollan otras".
"Los tumores cerebrales requieren control extra"Cuando tratamos de enfermedades con una mortalidad tan elevada como es el cáncer, es preciso recurrir a tratamientos que pueden tener riesgos o efectos secundarios importantes. En último término, se trata de establecer un balance entre los perjuicios y los beneficios.
Las terapias CAR-T no son ajenas a este cálculo y pueden tener efectos adversos importantes, aunque con el tiempo los científicos están logrando que sean cada vez más seguras.
"Se hace un seguimiento muy concreto del desarrollo de cualquier alteración que pueda resultar perjudicial, con lo que prácticamente ya no supone ningún problema"
"Se ha avanzado bastante gracias al uso en hematológicos", dice Gargini, "Y hay bastante control en los distintos puntos de riesgo, como por ejemplo en la posibilidad de inducción de otro tipo de cáncer a través de la modificación de las células T. A nivel médico, se hace un seguimiento muy concreto del desarrollo de alteraciones en esas células que puedan resultar perjudiciales, con lo que prácticamente ya no supone ningún problema".
"Respecto a los tumores cerebrales en concreto, se requiere un control extra, con un seguimiento mucho más exhaustivo del paciente. El Hospital 12 de octubre cuenta con los recursos para hacerlo, con expertos en neurotoxicidad de los CAR-T que es lo más difícil de controlar", apostilla.
"Hay una necesidad urgente de nuevas terapias"Gargini opina que "es importante dar a conocer estas nuevas terapias que se están empezando a evaluar a nivel clínico", y reconoce "el apoyo del Hospital 12 de octubre, que está ayudando muchísimo a que esto se pueda trasladar a los pacientes. Somos pioneros en España en poder lograrlo. También es importante el soporte desde el departamento de anatomía patológica y desde el de hematología, que son fundamentales para poder tener el control clínico. Es la contribución multidisciplinar la que puede dar lugar a este tipo de terapias que son extremadamente complejas".
A su vez, Segura incide en "la importancia de poder probar esta clase de terapias en tumores cerebrales, puesto que son los más agresivos con una media de supervivencia de apenas un año. En los últimos 20 años apenas se ha avanzado a nivel terapéutico, pese a que se han probado muchísimos tipos de tratamientos. Hay una necesidad muy urgente de que haya alguna nueva terapia para este tipo de pacientes".

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20minutos