Vacaciones de invierno: 5 paseos más allá de las Cataratas del Iguazú

Majestuosas y fascinantes, las Cataratas del Iguazú se encuentran dentro del Parque Nacional más visitado del país.
En 2024, el Parque recibió más de 1.300.000 visitantes, quienes viajaron hasta el extremo norte de Misiones, en la frontera con Brasil, para contemplar este espectáculo natural único. Y en el mes de las vacaciones de invierno, es uno de los destinos favoritos del país.
En plena selva misionera, los 275 saltos de agua conforman un escenario deslumbrante, con la Garganta del Diablo como protagonista indiscutida. No por nada este rincón del planeta se convirtió en uno de los íconos del turismo en Argentina.
Por la fuerza de sus aguas, el entorno selvático que las rodea y la belleza de sus múltiples cascadas, las Cataratas fueron declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en 1984 y, más tarde, reconocidas como una de las 7 Maravillas Naturales del Mundo.
Siempre que las condiciones lo permiten, la visita al Parque incluye los clásicos circuitos Inferior y Superior, el sendero Verde, el Macuco, el Tren Ecológico de la Selva y el Centro de Visitantes. Entrada para residentes argentinos: $ 15.000.
Tren ecológico de la selva en el Parque Nacional Iguazú. Foto Shutterstock
Si el viaje coincide con la luna llena, un plan altamente recomendable es tomar la excursión para recorrer el parque bajo la luz de la luna (en julio es del 8 al 12; en agosto del 6 al 10; cuesta $ 90.000 por persona y los chicos de 6 a 12 años pagan la mitad).
Pero si bien las Cataratas son el principal atractivo de la zona, no es lo único para ver en esta zona de Misiones: en los alrededores del Parque y en la ciudad de Puerto Iguazú hay mucho más por descubrir.
A continuación, algunas propuestas para aprovechar al máximo un viaje a las Cataratas.
Un punto geográfico cargado de simbolismo, un lugar donde dos ríos dividen tres países.
Hito Tres Fronteras: Puerto Iguazú, Foz de Iguazú y Ciudad del Este.
En Puerto Iguazú, el Hito de las Tres Fronteras marca la confluencia de los ríos Iguazú y Paraná, desde donde se puede contemplar el paisaje compartido por Argentina, Paraguay y Brasil.
Desde este sitio turístico se pueden observar los tres países limítrofes, distinguiéndose en cada uno un obelisco pintado con los colores nacionales correspondientes.
Muy cerca del monumento argentino, una Feria de Artesanos invita a recorrer puestos con productos regionales y objetos típicos de la cultura misionera. Desde allí también se puede divisar el puente Tancredo Neves, que une Puerto Iguazú con la ciudad brasileña de Foz do Iguaçu.
Al caer la noche, hay un espectáculo de aguas danzantes de 20 minutos y un mapping con danzas tradicionales y escenas culturales representativas.
Además, hay servicios de catamarán para navegar esta zona.
En guaraní, Güirá Oga significa “la casa de los pájaros”. Ubicado en la entrada de Puerto Iguazú, este refugio se dedica al rescate y la reintroducción de diversas especies.
Durante el recorrido, los visitantes pueden observar monos, coatíes, loros, guacamayos y otros animales, además de participar en talleres y actividades de concientización ambiental.
Güirá Oga, un refugio de animales en Misiones. Foto Güirá Ogá
El objetivo principal del refugio es liberar a aquellos animales que tienen posibilidades de sobrevivir en la naturaleza y cuidar a aquellos que no, con el fin de lograr la reintroducción de sus crías.
Los ejemplares rescatados provienen de distintas situaciones: tráfico ilegal de fauna, accidentes en rutas o heridas causadas por cazadores furtivos, según explican en el predio.
Abre todos los días de 9:30 a 18, se arman grupos cada 30/40 minutos y la visita al refugio se realiza junto a un educador ambiental.
Los colores del tucán. Foto Guira Oga.
Primero se recorre 1 km por la selva hasta llegar a Güirá Oga en un ecotrailer. Una vez allí, comienza una caminata de 800 metros en donde se van conociendo las historias de los diferentes animales y los proyectos en los que trabajan el refugio. Y finalmente, el ecotrailer lleva a todos de regreso a la entrada del predio y estacionamiento.
Cuesta $ 15.000 y los chicos pagan $ 11.000.
Para quienes buscan una descarga de adrenalina en plena naturaleza, Jungle Fly Iguazú ofrece una experiencia que combina aventura, diversión y respeto por el entorno.
En un ambiente 100 % natural, los visitantes pueden disfrutar de canopy, rappel y puentes colgantes en la selva paranaense, rodeados de la flora y fauna autóctona.
Volando sobre la selva. Foto Jungle Fly
El día comienza con traslados ida y vuelta desde los hoteles y un trekking interpretativo para conocer más sobre la biodiversidad local. Al llegar a la primera plataforma, se equipa a los participantes para la primera tirolesa, que recorre 300 metros a 70 metros de altura, sobre las copas de los árboles.
Luego, tras alcanzar la segunda plataforma, se desciende hacia el barranco del Paraná, donde en la tercera plataforma se realizan actividades de arborismo, una tirolesa y dos puentes colgantes de 100 metros cada uno.
Rappel en una cascada. Foto Jungle Fly
La aventura continúa con un rappel irregular de 12 metros en cascada, tras subir una escalera, para finalizar con un trekking de 1.500 metros.
Esta actividad no está recomendada para menores de 7 años ni para mayores de 65. Cuesta $ 52.000 por persona y los chicos pagan $ 37.500 (incluye traslado desde y hacia el alojamiento dentro de Puerto Iguazú).
Definido como un emprendimiento agroecoturístico familiar, La Aripuca es una imponente estructura de 17 metros de alto construida con 500 toneladas de madera rescatada.
Su diseño se inspira en una trampa tradicional guaraní, que originalmente se armaba con pequeñas ramas dispuestas en forma de pirámide.
La enorme estructura de madera,
Este ingenioso mecanismo permitía atrapar animales sin lastimarlos: si la presa era demasiado pequeña, estaba preñada o no era apta para el consumo, podía ser liberada sin consecuencias. La trampa combinaba saber ancestral y respeto por la naturaleza.
"Cada madera utilizada tiene una historia: árboles centenarios que fueron recuperados para transmitir un mensaje de preservación y respeto por el medioambiente. Este espacio es un llamado a proteger la selva misionera y a reconocer la sabiduría de los pueblos originarios", afirman en La Aripuca.
Visitar La Aripuca es sumergirse en una experiencia donde se fusionan la selva misionera, la cultura guaraní y la educación ambiental.
Además de conocer más sobre la cultura guaraní, el predio ofrece productos regionales y sabores curiosos, como los helados de yerba.
Abre todos los días de 9 a 18. La entrada cuesta $ 6.000 (se paga a partir de los 8 años).
A unos 50 km de Puerto Iguazú, las Minas de Wanda proponen una visita guiada única a través de túneles y talleres donde se trabajan las gemas.
Entrada a las minas de Wanda con amatistas violetas. Foto: Shutterstock
En la entrada, amatistas violetas incrustadas en las paredes anuncian la historia de Colonia Wanda, fundada en 1936 por un grupo de pioneros, en su mayoría polacos.
Las excursiones, que duran aproximadamente 45 minutos, muestran cómo se realiza la extracción a cielo abierto y ofrecen un acercamiento fascinante al mundo de la minería local. La visita cuesta $ 8.000 por persona. También se pueden contratar excursiones desde Puerto Iguazú, una buena alternativa para los que no tienen movilidad propia.
Clarin