El alineamiento de Donald Trump con Israel en el conflicto con los palestinos

Cuando se le preguntó, durante una cena de trabajo con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el 7 de julio, sobre la viabilidad de la solución de dos Estados , es decir, la creación de Palestina junto a Israel, el presidente estadounidense, Donald Trump, simplemente respondió : «No lo sé», antes de afirmar con una sonrisa que su visitante era el más indicado para responder a esta «vieja pregunta». Esta fue la tercera visita de Benjamin Netanyahu a Washington desde su regreso a la Casa Blanca. Ningún funcionario palestino ha sido recibido en el Despacho Oval desde 2014, durante el gobierno de Barack Obama.
Esta observación refleja una alineación histórica de la actual administración estadounidense con la política defendida por el líder indiscutible de la derecha nacionalista israelí, quien ha estado en el poder casi ininterrumpidamente durante más de quince años. Casi ocho años después de la decisión de Donald Trump en 2017 de trasladar la embajada de Estados Unidos a Jerusalén —reforzando así el control del Estado judío sobre toda la ciudad, cuya parte oriental, ocupada desde 1967, fue anexada en 1980—, esta postura se confirma en el gabinete actual y en la elección de embajadores, especialmente en la ONU, donde Washington continúa vetando cualquier resolución a favor de un alto el fuego en Gaza.
Esta alineación se materializó el primer día del segundo mandato de Donald Trump con la cancelación de las sanciones impuestas en 2024 por Joe Biden contra los colonos responsables de la violencia antipalestina en la Cisjordania ocupada.
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Le Monde