Elecciones presidenciales en Bolivia, una votación decisiva tras veinte años de socialismo

El país andino de 11,3 millones de habitantes acude a las urnas este domingo, cansado de la falta de dólares y de combustibles, fruto de una economía en crisis.
Sumidos en una grave crisis económica, los bolivianos elegirán a su próximo presidente el domingo en unas elecciones donde la derecha parece estar lista para cerrar el ciclo iniciado hace veinte años por el expresidente socialista Evo Morales . El país andino, de 11,3 millones de habitantes, acude a las urnas cansado de la falta de dólares y combustible, consecuencia de una economía en crisis, y con la mirada puesta en los precios. La inflación anual se acerca al 25%, un récord en 17 años.
Culpado por la debacle, el presidente saliente Luis Arce, quien alguna vez apoyó a Evo Morales pero ahora está en conflicto con él, ha desistido de buscar un segundo mandato. Andrónico Rodríguez, presidente del Senado, también de izquierda, y Eduardo del Castillo, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), en el poder desde 2006, siguen muy por detrás en las encuestas.
Saltar el anuncioEn este contexto, dos candidatos de derecha, entre los ocho en liza, se disputan el primer puesto: el millonario de centroderecha Samuel Doria Medina, de 66 años, y el expresidente de derecha Jorge "Tuto" Quiroga, de 65. Las últimas encuestas otorgan al primero un 21% y al segundo un 20%, en comparación con el 5,5% de Andrónico Rodríguez y el 1,5% de Eduardo del Castillo. Salvo sorpresas, se espera que los dos favoritos se enfrenten en una segunda vuelta el 19 de octubre, en un duelo sin precedentes en la derecha.
Ambos prometen romper con el modelo estatista establecido por Evo Morales, figura destacada de la izquierda latinoamericana. Bajo su presidencia (2006-2019), la pobreza disminuyó y el PIB se triplicó, pero la caída de los ingresos del gas desde 2017 ha sumido al país en una crisis.
La izquierda podría sufrir su peor revés electoral desde que Evo Morales llegó al poder. El exjefe de Estado amerindio de 65 años esperaba postularse para un cuarto mandato presidencial, pero los tribunales, al limitarlo a dos, lo descartaron. El exlíder sindical cocalero, quien enfrenta una orden de arresto por un caso de trata de menores que él mismo disputa, ahora vive aislado en su bastión en el centro del país.
A pesar de su derrocamiento, el primer jefe de Estado indígena de Bolivia aún mantiene un fuerte apoyo en algunos bastiones rurales e indígenas, y amenaza con movilizar a sus partidarios si gana la derecha. " No vamos a legitimar estas elecciones amañadas ", declaró a la AFP. Sus partidarios piden la nulidad del voto.
El conflicto entre Evo Morales y su exministro Luis Arce fracturó al MAS y agravó la crisis. El líder indígena promovió bloqueos de carreteras que paralizaron varias regiones, acusando a su exheredero aparente de mala gestión y manipulación de las instituciones para impedirle participar en las elecciones. Para Daniel Valverde, politólogo de la Universidad Gabriel René Moreno, « el peor enemigo de la izquierda ha sido la propia izquierda ». « La corrupción, la mala gestión, la falta de decisión y la improvisación han acabado cansando a la población », opina.
Saltar el anuncioAdemás del presidente y el vicepresidente, los casi ocho millones de electores del país también deben renovar el parlamento bicameral.
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