Este objeto podría convertirse pronto en un artículo imprescindible para todos los franceses.

Hace diez años, la instalación de un detector de humo se volvió obligatoria en todos los hogares franceses. Una medida elogiada por su impacto preventivo, que ha salvado muchas vidas. Hoy en día, otro dispositivo podría seguir el mismo camino y convertirse en imprescindible en nuestros hogares. Discreta, pero increíblemente eficaz, esta nueva herramienta pronto podrá encontrarse en tu hogar… y no por elección, sino por obligación.
Cada invierno en Francia, varios miles de personas son víctimas de un gas tan peligroso como insidioso: el monóxido de carbono . Inodoro, incoloro y mortal en dosis elevadas, se produce por una mala combustión en ciertos electrodomésticos (calentadores de gas, estufas de leña, calderas, cocinas mal mantenidas, etc.).
Según Salud Pública Francia, alrededor de 4.000 personas se intoxican con monóxido de carbono cada año y se registran varias decenas de muertes. La mayoría de estas tragedias ocurren en viviendas mal ventiladas, a menudo en invierno, cuando los sistemas de calefacción funcionan a plena capacidad.
A pesar de las recurrentes campañas de prevención, muchos hogares siguen estando mal informados o mal equipados. Sin embargo, existe una solución sencilla para evitar estas tragedias: el detector de monóxido de carbono.
Una iniciativa apoyada al más alto nivelTras la tragedia ocurrida en Poissy en septiembre de 2024, donde dos personas murieron por envenenamiento, la diputada Sandrine Berno Dos Santos, quien también es alcaldesa de la ciudad, decidió tomar medidas. Ella, junto con el diputado Karl Olive, presentó un proyecto de ley para hacer obligatoria la instalación de un detector de monóxido de carbono en todos los hogares franceses equipados con aparatos de combustión.
Su objetivo es claro: evitar que accidentes como este vuelvan a ocurrir, imponiendo la misma lógica de prevención que con los detectores de humo.
¿Cómo funciona un detector de monóxido de carbono?A diferencia de un detector de humo, que reacciona a las partículas de combustión visibles, un detector de monóxido de carbono detecta la concentración de gas tóxico en el aire ambiente. Tan pronto como el contenido supera un umbral crítico, se activa una potente alarma para advertir a los ocupantes.
El precio de un dispositivo de este tipo varía mucho: los modelos básicos cuestan unos treinta euros, pero algunos dispositivos más sofisticados pueden ascender hasta los 1.000 euros, especialmente si están integrados en un sistema integral de domótica o seguridad.
¿Hacia una obligación legal?El proyecto de ley presentado a la Asamblea Nacional a finales de 2024 prevé varias medidas:
La obligación de instalar un detector de monóxido de carbono en cualquier vivienda equipada con un aparato de calefacción o cocina que funcione con gas, madera, carbón o fueloil. El propietario sería responsable de la instalación. El inquilino sería responsable del mantenimiento del dispositivo, como ya ocurre con los detectores de humo. La obligación podría entrar en vigor ya en 2026, tras un período de cumplimiento de varios meses para los hogares.
Si se aprueba la ley, se aplicará tanto a las viviendas individuales como a los edificios de apartamentos.
¿Un dispositivo beneficioso pero caro?Esta medida, sin embargo, plantea ciertos interrogantes. El costo de los detectores de monóxido de carbono, que es mucho más alto que el de los detectores de humo, podría desanimar a algunos hogares, particularmente a aquellos con ingresos más bajos. Por ello, se está estudiando la posibilidad de implementar ayudas financieras o subvenciones, como se hizo para la rehabilitación energética.
Además, algunos profesionales del sector de la construcción e inmobiliario temen que las obligaciones de los propietarios se vuelvan más complejas, sobre todo en el caso de inmuebles ya existentes.
Aun así, los expertos en seguridad del hogar coinciden en que un dispositivo de estas características podría evitar decenas de muertes cada año. El coste adicional se vería así ampliamente compensado por la ganancia en seguridad.
Y tú, ¿estás preocupado?Si tiene una estufa de leña, una chimenea, una caldera de gas o de gas o una cocina no eléctrica, usted está directamente afectado por esta propuesta de ley. Aunque no sea obligatorio, comprar un detector de monóxido de carbono es una medida de sentido común, como los extintores o los detectores de humo: esperamos no tener que usarlos nunca, pero su presencia puede marcar la diferencia.
Entonces, ¿este artículo realmente terminará en tu casa?A menos que se produzca un cambio legislativo, los detectores de monóxido de carbono deberían ser obligatorios en todos los hogares franceses en los próximos años. La ley aún está en discusión, pero hay mucho apoyo y la causa se considera lo suficientemente seria como para avanzar rápidamente. Pronto, este artículo podría ocupar el lugar junto a su detector de humo, haciendo de su hogar un lugar aún más seguro.
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