Saint-Flour (15): Las autoridades de construcción francesas solicitan la retirada de los jamones que se secan en la torre de una catedral. (Actualización: El abad Boyer recibe el Premio al Mérito Agrícola por sus embutidos)

En Saint-Flour, el abad Boyer recibió el Premio al Mérito Agrícola por sus carnes saladas colgadas bajo las campanas de la catedral. Una idea que se convirtió en un éxito mundial... a pesar de la guerra que el Drac le declaró.
Tres años después, la suerte está echada: los jamones de Auvernia, revendidos por 150 €, han generado 15.000 €, y el órgano ha recuperado su voz. Pero este éxito tiene un sabor amargo. La DRAC (Dirección Regional de Asuntos Culturales) interviene, esgrimiendo argumentos de seguridad: « Nos dicen que mancharemos el suelo, que podría incendiarse », responde el sacerdote con seriedad: « La grasa aquí viene de las campanas, no de los jamones. Y para que se incendien, primero tendría que incendiarse la catedral... Es más, los bomberos nos han dado la razón». […]
Michèle, de la asociación Amigos de la Catedral, sonríe: « Ayer por la mañana vendimos 16 paquetes. La gente viene especialmente. Nos atrae mucha gente». Por esta iniciativa, el padre Boyer acaba de ser nombrado miembro de la Orden Nacional del Mérito Agrícola, una alta distinción destinada a recompensar a quienes han prestado servicios destacados a la agricultura. « Esta medalla no es mía, sino de todos, desde el productor hasta los voluntarios. También es un poco despectivo », bromea el sacerdote, que no piensa quedarse ahí. [...]
Gracias a Vercingetorix43
Un asunto extraño ha llegado al escritorio de Rachida Dati en los últimos días. La ministra de Cultura deberá decidir sobre el peculiar asunto de los jamones Florus Solatium, que llevan dos años colgados en una torre de la Catedral de Saint-Flour (Cantal). Según reveló el diario regional La Montagne, un representante regional de la Asociación Francesa de Arquitectos de la Construcción (AEA) pidió recientemente su retirada, advirtiendo sobre varios problemas: según él, la grasa del jamón dañaría el edificio y plantearía problemas de seguridad en caso de incendio.

El origen de esta extraña historia se remonta a 2022, a una iniciativa del padre Philippe Boyer, rector del edificio durante doce años y actual párroco de Aurillac. Se le encargó la renovación del órgano de la catedral, que se encontraba en mal estado. El coste de la obra: varias decenas de miles de euros. Pero el municipio, propietario del órgano, no tenía el dinero; tampoco el Estado, propietario del edificio, y menos aún la diócesis. El padre Boyer, que ya había instalado colmenas en el tejado de la catedral para producir miel, recurrió entonces a una cooperativa agrícola local, Altitude.
[…] « La ubicación era ideal para el secado, a casi 1000 metros de altitud, en la catedral más alta de Europa, entre los vientos de Planèze y los de Margeride », explica Didier Boussaroque, presidente de la cooperativa, a Le Monde. Perfecto para convertirlo en un « producto premium» (vendido a unos 150 euros cada uno) frente a la «fuerte artillería industrial », añade. […] Mientras tanto, el órgano ha sido renovado.Gracias a Taxi Girl
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