En Hawái, el volcán se arrepiente: "Lo veo como una metáfora del uso abusivo de los recursos de nuestro planeta"

Las deidades pueden ser despiadadas con nosotros, los pobres humanos. Sobre todo cuando, de vacaciones o durante una excursión, agarramos a escondidas una piedra, un puñado de arena, una concha o un fósil, sin pensarlo, solo por el placer de traerlo a casa. Muchos de los que se entregaron a esta vanidad en Hawái se lamentan. Se dice que Pelé, la diosa de los volcanes americanos perdidos en el Pacífico, los hechiza, irritada como está por los innumerables robos de muestras de lava, roca y ceniza de los que se considera víctima.
Reverenciada por su capacidad de crear y destruir, esta joven de pelo largo provoca erupciones y terremotos blandiendo una varita mágica. Si le apetece castigar a los humanos, sus víctimas se apresuran a disculparse por sus fechorías y devolver sus castigos por correo, acompañados de arrepentimientos escritos a mano. Estas cartas se refieren a desgracias más o menos dolorosas que supuestamente ocurrieron poco después del robo: avería del coche, pérdida del trabajo, desaparición de una mascota, enfermedad, fallecimiento repentino de familiares...
Estos son los escritos auténticos que Ryan Thompson, de 44 años, quiso revelar al público. Originario de Chicago, Illinois, donde enseña arte y diseño en el Trinity Christian College, el fotógrafo examina con humor y seriedad a partes iguales estos cientos de pequeñas palabras que descubrió entre 2019 y 2024, cuidadosamente archivadas por el Parque Nacional Haleakalā en la isla de Maui y por el Parque Nacional de los Volcanes en la isla de Hawái.
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Le Monde