Bienvenidos a Alejandría, la antigua capital del amor mítico.

Fundada por Alejandro Magno, la ciudad fue, entre otras cosas, escenario de los amoríos de Cleopatra. Desde aquellos tiempos antiguos, no ha dejado de cautivar la imaginación e inspirar a los artistas. La periodista egipcia Shimaa Elyoussef soñaba desde niña con recorrer sus calles y playas. Esta es su historia.
Tengo grabada en la mente esta imagen de Alejandría: una ciudad antigua y majestuosa, dedicada al amor, con playas donde los amantes se abandonan a los impulsos de sus corazones con la arena blanca como único testigo, todo ello con el sonido de las olas y la voz de Fairouz [la cantante libanesa, una leyenda viva de la música árabe] como telón de fondo:
“Las costas de Alejandría, ¡oh costas de amor! / Fuimos a Alejandría, y el amor nos cautivó.”
Anhelaba descubrir Alejandría , sobre todo porque es un faro cuya luz brilla con fuerza en la literatura. Pero temía sucumbir a la majestuosa belleza de una ciudad donde el mar extiende su red de pasiones para cautivar corazones. Porque allí han florecido grandes historias de amor, como la de la reina Cleopatra y Julio César. Enamorado perdidamente, el gobernante romano llevó a la reina egipcia a Roma [donde permaneció del 46 al 44 a. C., hasta su asesinato], haciendo todo lo posible para que la ciudad se pareciera a Alejandría.
Su sucesor, Marco Antonio, quedó a su vez hechizado por la bella mujer mediterránea, quien transformó al valiente caudillo en un enamorado necio. Atraído por las playas de Alejandría, se dedicó allí a la pesca, hasta que...
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