Cincuenta chefs convocan un foro para hacer de la gastronomía francesa una excepción cultural

Debido al aumento de los costos y la caída de los subsidios, los chefs temen que muchos restaurantes cierren.

Una cincuentena de chefs franceses, entre ellos Yannick Alléno, Hélène Darroze, Thierry Marx y Alain Ducasse, piden que la gastronomía francesa sea reconocida como una excepción cultural, temiendo el posible cierre de muchos restaurantes.

"Nuestra gastronomía, activo clave de nuestro poder blando, pilar de nuestra cultura y emblema de nuestras regiones, está en peligro", advierten en una columna publicada el viernes en Les Échos .

"Hacemos un llamamiento a las autoridades públicas para que consideren la gastronomía, como la música o el cine, como una excepción francesa y encuentren soluciones para fomentar el talento y apoyar su éxito", escriben los chefs.

Ante el aumento de los costes y la reducción de algunas ayudas, denuncian condiciones cada vez más restrictivas para los restauradores y temen el cierre de muchos restaurantes independientes.

Piden un mayor apoyo a la comida casera , un mejor tratamiento fiscal para las propinas y políticas públicas adecuadas para preservar la cocina de autor , que requiere mucha mano de obra y tiene márgenes de beneficio limitados. También exigen una mayor educación alimentaria en las escuelas.

"Es un hito que la comunidad de grandes chefs se muestre unánime al defender la profesión de esta manera", declaró a la AFP Laurent Guez, columnista culinario y fundador del think tank gastronómico Le Passe, quien inició esta columna. " La gastronomía no es un lujo, sino un bien común, declarado patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO desde 2010", enfatizan los autores de la columna.

Hoy en día, "la industria prima sobre la artesanía", lamenta a la AFP el chef con tres estrellas Christopher Coutanceau, firmante del artículo. Propietario del restaurante que lleva su nombre en La Rochelle, el chef lleva años luchando por la "obligación" de tener un diploma de servicio o cocina para poder abrir un restaurante.

La chef Fanny Rey, dos estrellas Michelin, resumió a la AFP la preocupación compartida por la profesión: «La gastronomía francesa es una promesa de conexión, belleza y trabajo bien hecho. Hoy en día, se tambalea. Si no la protegemos, se silenciará en el silencio de las mesas cerradas».