Para la Ligue 1, la era post-Canal+ debe finalmente comenzar.

Maxime Saada, presidente de Canal+, cerró abruptamente la puerta que había reabierto al dar al fútbol francés la esperanza de que su "emisora histórica" sería su salvadora al distribuir el inminente canal de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), responsable de la transmisión de los partidos de la Ligue 1. Pero el líder, en cambio, jugó con él como un gato y un ratón. El equilibrio de poder estaba demasiado desequilibrado en esta aparente negociación.
Esta renuncia incluso huele a acoso, ya que el canal de televisión de pago apenas ha ocultado su resentimiento desde que la LFP lo marginó. En cualquier caso, la Ligue 1 se ha vuelto opcional para un medio que ha invertido en otros contenidos.
Porque el no regreso de Canal+ muestra la situación en la que la Liga entró en el mercado de los derechos audiovisuales eligiendo Mediapro en lugar de Canal+ para el ciclo 2020-2024, y luego prefiriendo Amazon Prime Video cuando Mediapro tiró la toalla en 2020.
Un error estratégicoLa LFP tenía todo el derecho a poner fin a esta larga colaboración, a pesar de que, entre 1998 y 2020, Canal+ pagó casi 9000 millones de euros al fútbol francés, lo que representa tres cuartas partes de sus ingresos televisivos durante ese período. Sin embargo, esto resultó ser un error estratégico.
Desde principios de siglo, milagrosamente, la LFP siempre había visto surgir un operador para mantener la competencia con Canal+ y el crecimiento de los derechos de retransmisión: TPS a principios de la década de 2000, Orange a finales de la misma, BeIN Sports en 2012. Entre 2000 y 2020, la cantidad anual total aumentó de 122 a 720 millones de euros. Sin embargo, desde 2020 y el acuerdo de distribución en exclusiva de BeIN con Canal+, convirtiéndose así en socios, las esperanzas de un sucesor se han desvanecido. Cabría pensar que la llegada de Amazon confirmó el interés de los gigantes digitales, pero el gigante estadounidense se retiró después de tres temporadas.
DAZN, designada por defecto el verano pasado, acaba de retirarse tras haber captado poco más de 500.000 suscriptores, en comparación con los 1,5 millones previstos inicialmente. Para la Ligue 1, la era post-Canal+ debe finalmente comenzar. Está en dificultades: tras sucesivos recortes en los derechos televisivos en las últimas temporadas, se teme un colapso.
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Le Monde