Berlín despide al jefe de Deutsche Bahn


El director ejecutivo de Deutsche Bahn, Richard Lutz, baja del tren de alta velocidad ICE 4 "Spree" en la estación central de Berlín el 18 de marzo de 2024.
El gobierno alemán anunció este jueves la destitución del jefe de Deutsche Bahn, Richard Lutz, quien ha sido criticado especialmente por la falta de puntualidad de sus trenes.
"Hemos acordado rescindir prematuramente el contrato del jefe de ferrocarriles", anunció el ministro de Transporte alemán, Patrick Schnieder, en una rueda de prensa sorpresa en Berlín. Schnieder destacó la dramática situación de DB y la falta de satisfacción del cliente en cuanto a puntualidad y rentabilidad.
La tasa de puntualidad de los trenes de larga distancia en Alemania lleva años disminuyendo. El año pasado, alcanzó tan solo el 62,5 %, frente al 79 % de 2016.
Richard Lutz, de 61 años, quien ha estado al frente de DB desde 2017, permanecerá en el cargo hasta que se encuentre un sucesor. Se trata de una salida anticipada: su contrato estaba previsto hasta 2027.
El ministro conservador había advertido que tomaría una decisión sobre el futuro de la gestión de la empresa estatal antes de finales del verano, como parte de una revisión de la estrategia ferroviaria nacional.
Los detalles de la "reforma" de DB se revelarán el 22 de septiembre, anunció el ministro en la rueda de prensa del jueves. "Si todo sale a la perfección, podremos presentar la estrategia y quizás también la sucesión en un plazo relativamente corto", añadió. Patrick Schnieder había expresado su "insatisfacción" con la puntualidad de los trenes alemanes, denunciada por los usuarios y objeto de burlas frecuentes en redes sociales.
La asociación de usuarios de Deutsche Bahn ha ignorado el anuncio de la salida de Richard Lutz. «La situación de los ferrocarriles no cambiará con un cambio de liderazgo, sino solo mejorando la política ferroviaria en Alemania y financiando adecuadamente los ferrocarriles», declaró a la AFP Karl-Peter Naumann, líder honorario de Pro-Bahn. «Todos los ministros de transporte anteriores han fracasado en mayor o menor medida y han contribuido significativamente a la situación actual de los ferrocarriles», añadió.
La empresa, propiedad al 100% del gobierno federal, sufre el deterioro de sus infraestructuras y una deuda que redujo este verano gracias a la venta de su rentable filial logística Schenker.
El grupo contará con 107 000 millones de euros en ayudas estatales hasta el final de la legislatura de 2029, incluyendo más de 20 000 millones este año. La mayor parte de esta ayuda proviene del fondo especial de infraestructuras de 500 000 millones de euros aprobado en marzo para el gobierno.
Pero se necesitarían 17.000 millones de euros más hasta 2029, argumentó Richard Lutz, para llevar a cabo sin demora la digitalización y la modernización de la infraestructura existente.
20 Minutes