El histórico duelo entre las marcas alemanas Puma y Adidas pronto será llevado a la pantalla

El conflicto que dura décadas entre dos hermanos bávaros que fundaron dos marcas de calzado deportivo será adaptado en una serie de televisión.

Rudolf y Adolf Dassler, hijos de un zapatero, se hicieron cargo del negocio familiar en 1924 y se especializaron en la fabricación de calzado deportivo. Producían zapatillas ligeras de cuero, mucho menos rígidas que los modelos existentes. En 1936, en los Juegos Olímpicos de Berlín, el atleta estadounidense Jesse Owens ganó cuatro medallas de oro con las zapatillas de clavos desarrolladas por los dos hermanos, lo que consolidó aún más la reputación de la empresa. Pero al final de la Segunda Guerra Mundial, la hermosa historia llegó a su fin.

Se rumorea que fue una rivalidad romántica lo que separó a Adolf y Rudolf. El resto es historia: cada hermano fundó su propia empresa en Herzogenaurach , su ciudad natal en Baviera. Rudolf fundó Puma en 1948, y Adolf le puso a su empresa su apodo: Adi Dassler, abreviatura de Adidas. La "marca de las tres rayas" se fundó en 1949. Ambas empresas eran rivales y vecinas, a tan solo 500 metros de distancia, separadas únicamente por el río Aurach, que divide la ciudad en dos.

A los empleados que anteriormente trabajaban para la empresa familiar Dassler se les pide que elijan bando y se unan a Rudolf o a Adolf. Esta rivalidad es visible incluso en las tiendas: los empleados de Adidas frecuentan ciertas carnicerías y panaderías, mientras que los de Puma compran en otras tiendas, sin relacionarse.

En la ciudad, miramos hacia abajo para ver qué zapatillas lleva la persona con la que nos cruzamos y así saber con quién estamos tratando. Hay dos clubes de fútbol: uno de Puma y otro de Adidas... Un conflicto muy complicado para el repartidor de flores de la ciudad, obligado a llevar dos pares de zapatillas en su furgoneta y a elegir entre Adidas o Puma según los repartos que hiciera.

Una serie de televisión contará próximamente la historia de la saga de los hermanos Dassler, esta disputa familiar e industrial que se ha calmado con el tiempo. Los 26.000 residentes vuelven a frecuentar las mismas tiendas, y en una misma familia pueden tener un marido que trabaja en Adidas y su mujer en Puma sin que se desate un escándalo.

Rudolf y Adolf murieron en la década de 1970, sin haberse reconciliado jamás. Ambos están enterrados en el mismo cementerio de Herzogenaurach… pero cada uno en extremos opuestos.