En Grecia, un sistema de salud pública aún en crisis

En 2011, el cardiólogo Giorgos Vichas y seis colegas abrieron una clínica social en Ellinikon, un suburbio al sur de Atenas, para atender las necesidades de miles de desempleados de larga duración que, al carecer de seguro médico, ya no podían ingresar gratuitamente en los hospitales públicos. Cuando, en 2015, el gobierno de izquierdas (Syriza) aprobó una ley que permitía la readmisión de las personas sin seguro en los hospitales públicos, la clínica Ellinikon dejó de ser esencial. Pero las instituciones públicas pronto se encontraron en dificultades. «Para los desempleados de larga duración, esta reforma fue un avance. Pero el problema es que la financiación estatal para cubrir la atención de estas personas adicionales es insuficiente. Como resultado, los hospitales están endeudados y carecen de todo...» , enfatiza el cardiólogo.
Tanto es así que, incluso después de 2015, los pacientes habituales seguían acudiendo a la clínica Ellinikon porque «seguían sintiéndose estigmatizados en el hospital público, seguían sin tener acceso a ciertos medicamentos carísimos y los tiempos de espera para recibir tratamiento seguían siendo largos», recuerda Giorgos Vichas. Pero la clínica social no duró. Tuvo que cerrar en marzo de 2020, al comienzo de la crisis de la COVID-19, para dar paso a un complejo de lujo compuesto por rascacielos, residencias, un centro comercial, hoteles e incluso un casino.
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Le Monde