Jean-Pascal Archimbaud: "¿Un fondo de inversión habría mantenido la actividad in situ?"

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Jean-Pascal Archimbaud y su hija Claire Archimbaud. Thierry Olivier / Hans Lucas para La Croix
Al frente de un grupo de aserraderos, Jean-Pascal Archimbaud vende su empresa a una fundación de accionistas encargada de utilizar los dividendos para financiar proyectos de interés público. De esta forma, garantiza que el éxito de su grupo beneficie a la economía local.
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Me suscribo"No regalo mi negocio, lo transmito. A cambio de nada." Jean-Pascal Archimbaud tiene un don para las palabras. Es cuestión de temperamento para este sexagenario que reivindica la libertad como un valor fundamental. Este hombre dirige el grupo familiar homónimo, que bajo su liderazgo se ha convertido en un aserradero de primera línea, y cuya sede histórica se encuentra en un antiguo molino del siglo XVII en Secondigné-sur-Belle, en el corazón de Deux-Sèvres.
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