VIDEOS. La descarbonización está en marcha, pero no sin tensiones.

Una preocupación compartida también por quienes participan en la descarbonización de las zonas industriales, desde las fábricas hasta los camiones que las abastecen. Entre los puntos de partida de esta transición, la electricidad libre de carbono representa un activo fundamental. «Hoy en día, nuestra electricidad es 97 % libre de carbono», recuerda Franck Darthou, Director de Acción Regional de EDF en Nueva Aquitania. Pero más allá de la combinación energética, insiste: «También está la experiencia de los territorios, la gestión de recursos como el agua, que es inseparable del debate». EDF apuesta por el progreso tecnológico en los próximos años, aunque «la mitad de las soluciones para 2050 aún están por inventar». En las carreteras, el esfuerzo es evidente, incluso sin una obligación formal. «Avanzamos porque queremos, no porque nos veamos obligados», afirma Matthieu Sarrat, director general de GT Solutions. Los camiones eléctricos siguen siendo más caros de mantener (entre un 10 % y un 15 %), pero sus costes operativos son más competitivos, gracias en parte a un marco de incentivos fiscales. En Bassens, ciudad industrial a orillas del estuario del Garona, el alcalde Alexandre Rubio hace un llamamiento a la acción colectiva. «La industria es nuestro futuro, pero debemos reinventarla juntos», resume. Este enfoque lo comparte Michel Le Van Kiem, vicepresidente de la asociación Bees-ZIP, que reúne a industriales y actores portuarios. Para él, «no basta con cambiar la energía: también necesitamos saber qué hacer con el CO₂ que no podemos eliminar. ¿Capturarlo? ¿Almacenarlo? ¿Transformarlo?». Pero Laurent Castaignède advierte contra el «excesivo optimismo tecnológico». Según él, «un coche o camión eléctrico no está automáticamente libre de carbono. La verdadera cuestión es el contenido de lo que circula, no solo cómo moverlo». «En resumen, todos coinciden en la urgencia. Pero la forma de hacerlo sigue siendo objeto de debate».