El mundo se mueve por Gaza

El velero Madleen, con Rima Hassan y Greta Thunberg a bordo, logró revelar lo inaceptable y romper el silencio. Las acciones de los estibadores de la CGT en Fos, seguidas por las de los puertos de Génova y Amberes, entre otros, revelaron a millones de europeos que nuestros países, en efecto, suministran armas al gobierno israelí de extrema derecha. Al mismo tiempo, demostraron con hechos el camino hacia la suspensión de los tratados de libre comercio y cooperación. Veteranos por la Paz y una coalición de 45 organizaciones religiosas y humanitarias se turnaron frente a la misión de Estados Unidos ante la ONU, comiendo menos de 205 calorías al día, como los habitantes de Gaza. Tantos actos, tantas manifestaciones, tantos discursos de resistencia. Tantos recordatorios del derecho internacional. Tantas piedras arrojadas a la maquinaria de la aniquilación organizada.

El movimiento de solidaridad contra la piratería del Madleen representa el resurgimiento de un movimiento mayoritario entre los jóvenes . En todas las ciudades europeas, el movimiento popular se une a Gaza . Las organizaciones sindicales francesas se suman ahora con un llamamiento conjunto a la solidaridad. Y la jornada de movilización del 21 de junio frente al Salón Aeronáutico de París se transforma en una jornada contra la guerra y la exhibición de armas israelíes, las mismas armas que matan a los niños de Gaza y destruyen hogares y granjas en Cisjordania.

Ya está en marcha una marcha mundial para levantar el bloqueo . Desde ciudades europeas, Argel, Túnez, Rabat, El Cairo y muchos otros lugares, se forman procesiones hacia Gaza.

Al igual que durante las luchas contra el apartheid en Sudáfrica o por la liberación de Vietnam, el movimiento global para poner fin al genocidio de los gazatíes y la opresión del pueblo palestino está en marcha. Las instituciones europeas, el gobierno macronista y la conferencia internacional de la ONU que se inaugura en pocas horas no podrán ignorarlo.

El silencio se rompe . Lo inaceptable sale a la luz . La narrativa de los dominantes se derrumba bajo el peso de lo indecible, las muertes, la destrucción, el deseo de aniquilar a todo un pueblo. Cuando un ejército despliega cinco barcos para abordar un frágil velero desarmado con doce activistas por la paz a bordo, es difícil concluir que se trata de una señal de fuerza. Al actuar como un estado terrorista en aguas internacionales, la potencia israelí viola el derecho internacional al tiempo que afirma haberlo violado al mantener el bloqueo de Gaza. Recordemos que el bloqueo no data del 7 de octubre de 2023, sino de… junio de 2007.

Como todos los barcos de la "Flotilla de la Libertad", aunque no llegó a Gaza, el Madleen hizo más. Concientizó sobre el intento de borrar el enclave palestino de los mapas mundiales. No pudo distribuir los víveres que los residentes de Catania habían acumulado allí. Hizo más. Lanzó un llamamiento contundente, modificando los horarios en las cancillerías y construyendo nuevos puentes de solidaridad con el pueblo palestino, que encuentra allí fuerza y ​​consuelo.

Un velero, estibadores europeos, manifestaciones grandes y jóvenes, llamamientos sindicales, acciones por la justicia y la paz en Tel Aviv y Nueva York, tres días contra la presencia de máquinas de muerte israelíes y otras en el Salón Aeronáutico de París, patrullas y marchas sobre Gaza, es otra visión del mundo que está tomando forma, un mundo por construir juntos, un mundo común.

Gaza se ha convertido en un nombre propio que circula de boca en boca, en pancartas y carteles, en conferencias y manifestaciones. Gaza se está convirtiendo en mucho más que un territorio asediado. Se está convirtiendo en el símbolo de la construcción metódica de las potencias occidentales dominantes, ávidas de posiciones geoestratégicas, recursos y territorios, mientras que los pueblos del Sur Global se niegan obstinadamente a ser humillados, desposeídos, pisoteados y privados de un futuro. Con ellos, unamos fuerzas por una globalidad humana.

Desde todas partes, la gente, el mundo del trabajo y de la creación, los jóvenes claman contra los depredadores que se apropian de los recursos, los territorios y la fuerza de trabajo de niños, mujeres y hombres para inflar sus dividendos y alimentar los paraísos fiscales.

Gaza es uno de los laboratorios , un punto de inflexión hacia lo inhumano, integrado en la estrategia del Occidente colonialista y capitalista con sus aparatos diplomáticos, mediáticos y militares al servicio de la economía de la violencia.

Gaza revela las maniobras de las potencias occidentales que han destruido las fuerzas trabajadoras y progresistas del mundo árabe en favor del fundamentalismo islamista. Hicieron lo mismo en Palestina: construyeron y financiaron a Hamás para debilitar e impedir el avance de Yasser Arafat. La inhumanidad de los líderes israelíes hacia los rehenes de su país los deja indiferentes. Mantienen este pretexto para bombardear continuamente sin esforzarse por liberarlos con vida. Es al pueblo israelí al que maltratan y engañan. Mejor aún. Para combatir el islamismo militar de Hamás, crean desde cero y financian nuevas milicias islamistas cercanas al Daesh. El cinismo criminal para mantener el orden existente es su sello distintivo.

El actual movimiento de solidaridad internacional está rasgando el velo de esta continuidad política, de este orden político que reclaman los nacionalistas y la extrema derecha.

El movimiento global por la justicia y el Estado de derecho es una excelente noticia. Está lleno del mundo común que busca su propia identidad. Somos parte de él.