Cáncer de mama: un simple análisis de sangre para detectar el inicio de una recaída

Detectar, mediante análisis de sangre, trazas biológicas de un riesgo de recaída de ciertos cánceres de mama y administrar después un tratamiento preventivo: esta promesa parece confirmarse con nuevos datos, una nueva ilustración de los beneficios de la biopsia líquida.
Esta tecnología, también llamada ADN tumoral circulante, consiste en monitorizar el desarrollo de un cáncer a través de un simple análisis de sangre -y no a través de una biopsia tradicional, que implica un muestreo mucho más amplio-. La investigación se centra en la presencia en la sangre de ADN producido por tumores, una fuente de valiosa información genética.
Este es un avance científico importante en los últimos años. Y datos recientes confirman una aplicación potencialmente importante: prevenir, de forma temprana y no invasiva, las recaídas en ciertas mujeres con cánceres hormonodependientes (el tipo más común de tumor de mama) y metástasis.
"Un nuevo medicamento", el camizetrant (AstraZeneca), pero "sobre todo un nuevo concepto", son los temas centrales de una sesión plenaria del 61º congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) en Chicago y de una publicación en el New England Journal of Medicine, subrayó a la prensa el profesor François-Clément Bidard, del Instituto Curie, último autor del artículo.
Actualmente, las mujeres con cáncer de mama hormonodependiente en etapa metastásica generalmente reciben un tratamiento con una combinación de medicamentos: terapia hormonal que reduce la producción de estrógenos (antiaromatasa) y tratamiento que inhibe la proliferación celular (inhibidor de CDK4/6).
Pero, en casi el 40% de estos pacientes, un gen crucial para el receptor de estrógeno (ESR1) muta, lo que genera resistencia a la terapia hormonal y, en última instancia, una recaída del cáncer. La promesa ahora es detectar estas mutaciones en la sangre varios meses antes de que provoquen un nuevo avance del cáncer, para cambiar la terapia hormonal, combinarla con un fármaco inhibidor del ciclo celular y, en definitiva, reducir el riesgo de reevolución del tumor.
Ésta fue ya la conclusión, en otoño de 2022, de un ensayo académico francés (Pada-1) dirigido por el profesor Bidard. Ahora también se trata de un ensayo clínico internacional de fase III (Serena-6) de un nuevo fármaco de AstraZeneca, desarrollado a raíz de éste.
De casi 3.000 pacientes controlados mediante análisis de sangre cada 2-3 meses, 315 desarrollaron una mutación en la sangre, sin reevolución del cáncer, y fueron divididos en dos grupos: uno estándar, que continuó su tratamiento, y otro experimental, que recibió camizestrant y el inhibidor del ciclo celular.
Los pacientes que recibieron este nuevo tratamiento oral vieron reducido su riesgo de progresión del cáncer en un 56%, retrasando el tiempo hasta la primera recurrencia en un promedio de aproximadamente 6 meses. A los 12 meses, la tasa de supervivencia libre de progresión fue del 60,7% para los pacientes que recibieron camizestrant en comparación con el 33,4% para los que no lo recibieron.
A los 24 meses, la supervivencia libre de progresión alcanzó el 29,7%, en comparación con el 5,4% anterior", detalló el Instituto Curie en un comunicado de prensa, elogiando "un enfoque revolucionario". Esto marca "una primicia en el cáncer de mama y puede extrapolarse a otros tipos de cáncer", declaró a la prensa el Sr. Bidard, especialista en biopsia líquida.
Durante los últimos quince años, el trabajo sobre el ADN tumoral circulante, que puede recolectarse mediante simples análisis de sangre gracias a los avances en biología molecular, ha seguido alimentando varios miles de estudios científicos y crecientes esperanzas de aplicaciones. Los científicos buscan un camino hacia una medicina más personalizada y preventiva, pero también menos invasiva para los pacientes con cáncer.
En este caso, "es la primera vez que la industria farmacéutica se da cuenta del potencial de la biopsia líquida para recibir la aprobación de las autoridades sanitarias para moléculas, lo que hace pensar que otros fabricantes se precipitarán hacia esta nueva forma de iniciar tratamientos", según el profesor Bidart.
A medida que el número de casos de cáncer de mama dependiente de hormonas continúa aumentando en todo el mundo, también aumenta la competencia entre las empresas farmacéuticas para desarrollar terapias hormonales de próxima generación y obtener beneficios de ellas.
AstraZeneca, que se centra cada vez más en los medicamentos contra el cáncer, ha posicionado el camizestrant como un fármaco de primera línea. Una estrategia para intentar diferenciarse de varios rivales, como Roche, Pfizer o Eli Lilly, que están realizando varios ensayos en esta familia terapéutica.
RMC