Reino Unido. «Un gran avance en la medicina»: ocho bebés nacidos con el ADN de tres personas.

Esperanza para cientos de familias. Ocho bebés sanos nacieron en el Reino Unido tras la manipulación genética con el ADN de tres personas para prevenir enfermedades mitocondriales. La legislación británica se modificó específicamente en 2015 para permitir este experimento, cuyos resultados eran esperados con gran interés por la comunidad médica.
La mitocondria es una pequeña estructura presente en nuestras células, responsable de convertir los nutrientes en energía. Sin embargo, en uno de cada 5.000 bebés, esta mitocondria presenta un mal funcionamiento. Este fallo es la causa de enfermedades mitocondriales, que a menudo tienen consecuencias muy graves: problemas de visión, diabetes, sordera, degeneración muscular, etc. El desenlace suele ser mortal. En Francia, aproximadamente 200 bebés nacen cada año con una enfermedad mitocondrial, según el Instituto Pasteur. Sin embargo, estas mitocondrias operan sobre un ADN especial, distinto del del resto de la célula. Por lo tanto, la idea detrás de la donación de mitocondrias es, inmediatamente después de la concepción de un embrión, reemplazar el ADN mitocondrial de la madre con el de otra mujer. Todo el material genético restante (99,9 %) pertenece a ambos progenitores.

Se extrajo el material genético de los padres del interior del óvulo, antes de reinyectarlo en el óvulo de una mujer con ADN mitocondrial normal. Foto Sipa/AP
De las aproximadamente veinte pacientes, ocho dieron a luz a niños: cuatro niños y cuatro niñas, con edades comprendidas entre los seis meses y los tres años. Esto demuestra que la donación de mitocondrias permite un embarazo viable. Sin embargo, es importante destacar que estos niños nacieron con un nivel muy bajo de ADN mitocondrial comprometido. Esto demuestra que el tratamiento "funciona para reducir la transmisión" de enfermedades mitocondriales, concluye el estudio, publicado el miércoles en el New England Journal of Medicine .
Se deben tomar varias precauciones. En primer lugar, dos niños experimentaron complicaciones médicas. Los autores creen que esto no está relacionado con el procedimiento, pero algunos comentaristas consideran que lo descartan demasiado pronto. Sobre todo, desde su nacimiento, tres de los niños ya han experimentado un aumento en sus mitocondrias defectuosas, lo que plantea la duda sobre la perdurabilidad de los efectos. No obstante, estos son «resultados muy importantes y un gran avance en la medicina mitocondrial», según el profesor sueco Nils-Göran Larsson, uno de los principales expertos mundiales en este campo, en respuesta al British Science Media Center.
Sin embargo, el progreso científico no es lo único que recibe comentarios positivos. Esto también aplica a la regulación elegida por el Reino Unido, elogiada por numerosos investigadores por permitir esta investigación y supervisarla rigurosamente desde una perspectiva ética.
Esta decisión contrasta con la de muchos otros países. En Estados Unidos, las autoridades sanitarias han expresado regularmente su oposición en los últimos años. En Francia, la Agencia Pública de Biomedicina ha intentado iniciar investigaciones, pero se ha topado repetidamente con impugnaciones legales, a pesar de que las leyes de bioética solo permiten experimentos con embriones de menos de dos semanas de edad, producidos mediante reproducción asistida y destinados a la destrucción.
De hecho, la donación de mitocondrias plantea cuestiones éticas. Algunos observadores temen que el procedimiento, que introduce una pequeña dosis de ADN de un tercero, pueda perturbar el desarrollo del niño como persona. Sin embargo, los críticos señalan que se trata de una forma de manipulación genética del embrión, estrictamente prohibida por ciertas convenciones internacionales.
Además, más allá de la experiencia británica, en los últimos años han nacido niños a partir de donaciones mitocondriales bajo marcos regulatorios menos restrictivos, en Grecia o Ucrania, con justificaciones a veces más vagas, como el tratamiento de la infertilidad. «El problema es la relación beneficio/riesgo: en una enfermedad mitocondrial, el beneficio es evidente», afirma la investigadora francesa Julie Steffann, especialista en enfermedades mitocondriales. «En el contexto de la infertilidad, no se ha demostrado». Pero la prohibición de la investigación en Francia «es lamentable para los pacientes», añade, y considera inapropiado equiparar la donación de mitocondrias con la creación de un embrión «transgénico».
Le Républicain Lorrain