Salud - Psicología. ¿Por qué no debes encerrarte en ti mismo después de un trauma psicológico?

Guerra, violencia sexual, atentados, desastres naturales, agresiones... una gran mayoría de personas experimentan un miedo extremo cuando se exponen, como víctima o testigo, a un acontecimiento potencialmente traumático. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 70% de las personas en todo el mundo experimentan algún evento de este tipo en su vida. Estos acontecimientos pueden dejar heridas psicológicas profundas y duraderas .
"El trauma psicológico, o psicotrauma, es una lesión invisible causada por un evento que excede la capacidad de una persona para afrontarlo", explica la psicóloga clínica Johanna Rozenblum. Puede tratarse de un accidente, una agresión, un abuso, un duelo repentino, pero también de una violencia más insidiosa como el acoso o el control psicológico. No es tanto el acontecimiento en sí, sino la forma en que se experimenta lo que determina el trauma. »
Consecuencias para la salud física y mentalVergüenza, miedo al juicio, culpa… estas emociones negativas pueden empujar a la víctima a encerrarse en el silencio después de un trauma. Pero permanecer en silencio y reprimir sus emociones puede empeorar su condición. Reprimir el trauma puede exacerbar la ansiedad, lo que favorece trastornos como la depresión, los trastornos del sueño o el dolor somático. El cuerpo retiene el recuerdo de lo no expresado: esto es lo que a veces se denomina «memoria traumática». El cuerpo recuerda y el trauma puede manifestarse mediante flashbacks, reacciones desproporcionadas o incluso enfermedades psicosomáticas (dolor crónico, problemas respiratorios, problemas ginecológicos en casos de violencia sexual)», continúa la especialista.
A corto plazo, el silencio, o no ser atendido adecuadamente, por las personas adecuadas, puede llevar a: ansiedad, estupor, hipervigilancia, pesadillas, disociación (sensación de estar “fuera de sí”), irritabilidad, insomnio, etc. A largo plazo, se trata de trastornos del apego, aislamiento, adicciones, trastornos del estado de ánimo, trastorno de estrés postraumático (TEPT) e incluso ciertas patologías crónicas que pueden aparecer si el trauma no se trata.
Atrévete a hablar de elloHablar sobre el trauma es a menudo el primer paso para superarlo. Poner palabras al dolor ya es recuperar el control sobre lo que se nos ha escapado. La narración verbal ayuda a reestructurar la experiencia y a escapar del caos emocional. Hablar también activa el sistema parasimpático (el que tiene un efecto calmante) y permite a la persona reconectar consigo misma, con los demás y con una continuidad de significado. Hablamos de "integración en el ciclo vital" del trauma, explica la psicóloga.
Sin embargo, encontrar a la persona adecuada con quien hablar no es tan sencillo y existe el riesgo de reactivar una lesión aún dolorosa. El trauma afecta la confianza y la intimidad. La mala escucha, el juicio, la minimización o incluso la simple torpeza pueden reactivar la lesión, lo que se denomina victimización secundaria. «Es fundamental confiar en alguien cariñoso, capaz de escuchar activamente y respetar el ritmo de la persona», continúa Johanna Rozenblum.
Por ello, quienes están a su alrededor deben permanecer atentos, escuchando siempre con amabilidad y respetando el ritmo de la víctima. Es decir, es importante, además de evitar la culpa y la crítica, no insistir demasiado, no obligar a la persona a hablar.

Las terapias psicodinámicas o psicoanalíticas son adecuadas para traumas complejos o antiguos.
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Se puede considerar recurrir a un especialista formado en psicotrauma y victimología. “La terapia permite explorar y aliviar el trauma en un entorno seguro. » Son posibles varios enfoques que dependerán del trauma, su intensidad y la historia de la víctima.
- EMDR (desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares) es una terapia que ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de los trastornos de estrés postraumático y está reconocida por la OMS. EMDR utiliza estimulación sensorial bi-alterna (derecha-izquierda). Se trata de reproducir los movimientos oculares durante el sueño para reprocesar los recuerdos traumáticos y ponerlos de nuevo en su lugar;
- La terapia cognitivo conductual (TCC) ayuda a trabajar los pensamientos asociados con el trauma y a reducir la intensidad de las emociones;
- Las terapias psicodinámicas o psicoanalíticas son adecuadas para traumas complejos o antiguos.
Por último, los grupos de apoyo también pueden ayudar, dependiendo de la personalidad, a superar el trauma psicológico. Compartir con otras personas que han pasado por experiencias similares puede aliviar la vergüenza y el aislamiento, y crear un sentido de pertenencia. Es una forma de reconocimiento mutuo, de reparación a través de la palabra y la empatía colectiva. dice Johanna Rozenblum.
Pero el psicólogo advierte sobre los efectos del contagio emocional o reactivación del trauma. Por lo tanto, es mejor unirse a un grupo de apoyo supervisado por una asociación u otra organización que garantice conversaciones seguras con la ayuda de profesionales de la salud.
Le Progres