Semana Grande de San Sebastián: concursos gastronómicos, la otra gran cita de las fiestas

Mientras muchos esperan con ansias los fuegos artificiales de la Semana Grande, otro evento importante es popular entre los donostiarras: los concursos gastronómicos. Omnipresentes durante toda la semana, también son motivo de orgullo para los donostiarras.
En San Sebastián, la gastronomía es una tradición, y la Semana Grande no es la excepción. Durante una semana, alrededor del 15 de agosto, se celebran concursos gastronómicos uno tras otro. Este año, se organizaron cuatro concursos, en particular por el Ayuntamiento. Este miércoles 13 de agosto, se celebró el segundo concurso de calamares en su tinta en el barrio de Amara, en el parque Abitzol. ¿El objetivo? Preparar una receta con un número limitado de ingredientes que el jurado entrega a los candidatos. «Hay un ambiente especial en torno a este evento; los espectadores disfrutan mucho viniendo a ver a la gente cocinar», comenta Maite, quien trabajaba en el bar ese día.
Cocina y amistadDos amigos, Ibon Sarasola y Esteban Pernas, decidieron participar juntos este año. El primero es educador ambiental en el País Vasco (francés y español), y el segundo es banquero. «Ganamos el concurso de caldereta de cordero hace dos o tres años», comenta con alegría Esteban. «El año pasado participamos en el concurso de paella, y este año, aquí estamos».
Este concurso gratuito y abierto a todos promete atractivos premios para los tres primeros clasificados: 300 euros para el primer puesto, 200 para el segundo y 100 para el tercer puesto en vales para el supermercado patrocinador del evento.

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“Se crea un ambiente especial en torno a este evento; los espectadores disfrutan mucho viniendo a ver a la gente cocinar”.
El objetivo es pasar un buen rato con amigos. Esperamos quedar segundos o terceros con éxito, pero el nivel es muy alto. En su receta, los dos amigos añadieron cebolla, chiles verdes, tomates y vino blanco. Este plato se sirve con arroz, que el dúo preparó al estilo risotto. Pero su plato del día tiene un secreto: un puñado de calamares fritos con vino blanco para darle un sabor diferente a su preparación.
"Los jueces tienen varios criterios para evaluar los platos que se les presentan", dice Ibon. "El sabor, por supuesto, pero también el aspecto de la salsa, la textura de los calamares, el color y la presentación. Normalmente les añado patatas, pero hoy tenemos que respetar los ingredientes que nos proporciona la organización. No queremos que nos descalifiquen".
Un gran éxitoA las 19:15, se levantan las manos y se deja de tocar los platos. Los jueces degustarán los platos de los 16 participantes y darán su veredicto esa misma noche. Esteban e Ibon hicieron una elección audaz para su presentación: una cazuela pequeña para cocinar los calamares en su tinta, un plato de arroz elegantemente presentado con un puñado de calamares fritos para decorarlo todo. Como decoración, Esteban añade unas gotas de salsa alrededor del plato. «En la cocina, solo hay un chef», sonríe Ibon, «y hoy es Esteban».

Clément Haritzhandiet
Christophe y Renaud, dos amigos de Orleans, visitaban la competición. «Llevamos 50 años viniendo de vacaciones al País Vasco. Todos los años venimos a ver los fuegos artificiales durante la Semana Grande. Teníamos aparcado cerca, así que decidimos dar un paseo. Como todos los años, disfrutamos del ambiente, y este tipo de competición es genial».
Mailo, otra participante, también vino a disfrutar del momento. "Me encanta cocinar. Espero ganar, pero al menos no me iré con las manos vacías; podemos quedarnos con la olla", dice riendo.

Clément Haritzhandiet
Para Esteban e Ibon, la espera es larga; se esperan los resultados alrededor de las 9 p. m. Por suerte, amigos y familiares han venido a apoyarlos. Es hora de que hablen de algo más que gastronomía.
"Nos encantan los vascos franceses", comentan. "Son como nuestros hermanos, son gente maravillosa. A menudo vamos a Bilbao o Pamplona, pero olvidamos que al otro lado hay vascos, como nosotros, que comparten parte de nuestra identidad gastronómica. Por eso decidí estudiar francés. Es importante para nosotros saber euskera, español, pero también francés", concluye Ibon.
En cuanto a Esteban, aprendió francés con el programa "Club Dorothée", que se emitió en los 90. "De pequeño, mis padres ponían programas en francés en la televisión; me encantaban. Así fue como empecé a aprender".

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A las 21:00, se conoce el veredicto. ¡Los dos chefs del día han ganado el tercer puesto! "El tercer puesto no está nada mal", exclama Esteban tras recibir su premio. "¡Vamos a celebrar, a beber vino y, sobre todo, a vivir la vida!"

Esteban Pernas
SudOuest