Por qué el reencuentro de Mbappé y el PSG en el Mundial de Clubes será imperdible

Y así, se reencuentran. Un año después de su polémica salida del Paris Saint-Germain para fichar por el Real Madrid con la libertad de jugar, Kylian Mbappé se enfrentará a su exequipo por primera vez el miércoles en el MetLife Stadium en las semifinales del Mundial de Clubes. Será un encuentro especial, un poco tenso y también bastante nostálgico.

Es especial porque el prodigio parisino pasó siete años en el Parque de los Príncipes, con muchos altibajos. Ama el club, siempre lo ha amado y siempre lo amará, al igual que su familia. Su padre, Wilfrid, estuvo presente el sábado pasado cuando el PSG venció al Bayern de Múnich en Atlanta.

Mbappé sintió que era el momento adecuado para dejar la capital francesa y hacer realidad su sueño de jugar en el Bernabéu, y nadie puede culparlo. Pero lo que hace que esta reunión sea tan especial no es lo que le falta al PSG desde su marcha, sino en lo que se ha convertido el PSG sin él. Se ha convertido, posiblemente, en el mejor club del mundo en 2025: un equipo sin estrellas dominantes y donde todos juegan para los demás, atacando y defendiendo juntos.

Sin embargo, también será una reunión tensa, ya que el equipo de Mbappé sigue enfrascado en una enconada batalla legal con el PSG por salarios y primas impagados. El capitán francés exige el pago de 55 millones de euros (61 millones de dólares) que , según él, el club le debe de su última temporada. El PSG argumenta que Mbappé acordó verbalmente renunciar a esta cantidad cuando decidió dejar el club por el Madrid sin pagar una tasa de traspaso. Con la intervención de los abogados, esto no se resolverá pronto.

En cualquier caso, Mbappé y el presidente del PSG, Nasser al-Khelaïfi, se reunirán de nuevo el miércoles por primera vez en un año. No se ignorarán y tienen la intención de estrecharse la mano, según declaró a ESPN una fuente de ambos equipos, pero aún existe resentimiento entre ellos. Al-Khelaïfi aún resiente la marcha de Mbappé, a pesar de haberle dirigido algunas palabras amables el mes pasado. "Hemos tenido suerte sin él este año, pero le deseo todo lo mejor en Madrid, de todo corazón".

Finalmente, será un encuentro nostálgico porque, a pesar de todos los problemas legales, Mbappé es una leyenda del PSG. Marcar 256 goles en 308 partidos con el club es excepcional. Si sumamos sus asistencias, participa en más de un gol por partido, lo cual es increíble en siete largas temporadas.

Mbappé fue a menudo imbatible con la camiseta del PSG. Era demasiado bueno para la Ligue 1 y acumuló numerosos trofeos nacionales: seis títulos de liga, cuatro Copas de Francia, dos Copas de la Liga y tres Trofeos de Campeones. Pero el santo grial, un título de la UEFA Champions League , se le escapó. Lo trajeron a París para ganar esa competición, pero no lo logró a pesar de haber llegado a la final una vez, en 2019, y dos semifinales (2020-21, 2023-24). Y ahí está la ironía: el París mejoró y se fortaleció tras la marcha de Mbappé, uno de los mejores jugadores del mundo, y el club ganó la Champions League 2024-25.

En su ausencia, otros han dado un paso al frente, empezando por Ousmane Dembélé . El número 10 del PSG es posiblemente el favorito para ganar el Balón de Oro en septiembre tras una magnífica segunda mitad de temporada como su delantero centro. El jugador de 28 años marcó 34 goles y dio 13 asistencias en 51 partidos en todas las competiciones esta temporada. Fue decisivo en los octavos de final de la Champions League contra el Liverpool (un gol), cuartos de final contra el Aston Villa (dos asistencias), semifinales contra el Arsenal (un gol, una asistencia) y la final contra el Inter de Milán (dos asistencias), así como en los cuartos de final del Mundial de Clubes contra el Bayern de Múnich (un gol). Tiene un impacto en cada gran partido.

Luis Enrique, entrenador del PSG, convirtió a Dembélé en el eje central de su sistema y líder de su ataque. Lo principal es que el entrenador consiguió que Dembélé hiciera lo que no pudo conseguir con Mbappé. Tras la final de la Champions League, una goleada por 5-0 al Inter de Milán en la que el internacional francés estuvo impresionante con el balón y sin él, el técnico declaró: «Le daría el Balón de Oro a Dembélé por cómo defendió en esta final. A eso se le llama liderar un equipo».

Creo sinceramente que se merece el Balón de Oro, sin duda, no solo por los títulos que ganó o los goles que marcó, sino por su presión.

Hace diez meses, en un vídeo que se hizo viral antes del partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions League, fuera de casa del Barcelona , ​​Luis Enrique intentó convencer a Mbappé de hacer lo mismo.

Me han dicho que te gusta Michael Jordan. Era conocido por exigir responsabilidades a sus compañeros y defender como un monstruo. Tienes que adoptar ese enfoque. No solo como jugador, sino como líder en el campo. Tienes que presionar... ¿Por qué? Porque así es como se llega a ser un líder.

Crees que tu trabajo es solo marcar goles para nosotros, y claro, eres un jugador increíble, de clase mundial. Pero eso no me basta.

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Además de Dembélé, otros jugadores han impresionado con Luis Enrique. El trío de centrocampistas ha crecido exponencialmente a lo largo de la temporada, con Vitinha , João Neves y Fabián Ruiz complementándose; la rotación y el intercambio de posiciones han sido increíbles. La dupla de Achraf Hakimi y Nuno Mendes se ha convertido en la mejor pareja de laterales por actividad en el campo, tanto defensiva como ofensivamente, mientras que Désiré Doué ha evolucionado de ser un jugador de la plantilla del Rennes hace un año a ser el mejor jugador sub-20 del mundo con Lamine Yamal del Barcelona.

El concepto de relacionalismo, una nueva tendencia en el fútbol, ​​ha sido adaptado por Luis Enrique para integrarlo en su concepto de juego posicional, heredado de sus años en el Barcelona como jugador y entrenador. «Fluidez dentro de la estructura» es la mejor manera de definir este estilo del PSG, y sus jugadores lo dominan.

Ahora, Mbappé y el Real Madrid son el último obstáculo entre el PSG y otra final más esta temporada, su cuarta tras la Supercopa de Francia (ganada al Mónaco), la Copa de Francia (ganada al Reims) y la Champions League (ganada al Inter de Milán).

Una última nota: Este será el quinto partido de Mbappé contra el PSG. Los cuatro primeros fueron cuando aún jugaba en el Mónaco al principio de su carrera. ¿Su récord? Una victoria, un empate y dos derrotas, y ningún gol.