La isla de Vancouver es la más genial de Canadá y es más fácil de visitar de lo que piensas.

No es raro oír que los británicos se toman unas vacaciones cortas en Estados Unidos, pero ¿un fin de semana largo en Canadá ? Sin embargo, los horarios y los costos de los vuelos no son tan diferentes y, para quienes tienen espíritu aventurero y curiosidad, la isla de Vancouver, en la costa oeste, es un destino imperdible.

Una breve estadía de cuatro noches y cinco días en Victoria, la histórica capital de la Columbia Británica, es definitivamente factible, muy placentera y sorprendentemente asequible.

Victoria es una ciudad hermosa, ubicada en el extremo sur de la isla de Vancouver, entre los estrechos de Juan de Fuca y Haro. Con sus paisajes marinos y su prístina costa, ofrece a los visitantes una gran variedad de actividades, incluyendo fabulosos restaurantes y alojamientos. Destination Greater Victoria, la organización oficial de marketing sin fines de lucro, en colaboración con más de 900 empresas locales, impulsa el crecimiento sostenible de la zona y destaca la singular combinación de encanto tradicional y experiencias modernas de la ciudad.

Dice que los visitantes pueden esperar una ciudad encantadora, pequeña y acogedora donde podrán disfrutar de arquitectura histórica, jardines coloridos y una variedad de actividades como avistamiento de ballenas, kayak, senderismo, ciclismo y golf. También es conocida por su excelencia culinaria y sus bebidas galardonadas. ¡Menuda oferta!

Victoria también cuenta con el clima más templado de Canadá, vegetación y belleza natural durante todo el año y es reconocida por sus esfuerzos de sostenibilidad con la certificación Biosphere del Instituto de Turismo Responsable.

Ubicada junto al mar de Salish, Victoria se encuentra en las tierras ancestrales de las naciones esquimalt y songhees, de habla lekwungen. Profundamente arraigada en su cultura indígena, la zona también se enorgullece de sus vínculos con la realeza británica y sus tradiciones asiáticas, elementos todos ellos reflejados en la arquitectura, las galerías, los eventos culturales, las obras de arte y las celebraciones de la ciudad.

Los indígenas vivían en la zona portuaria mucho antes de la llegada de los colonos británicos en el siglo XIX, quienes expulsaron a los residentes originales al construir un fuerte y otros edificios. La actual Victoria se formó a partir del puesto de comercio de pieles de la Compañía de la Bahía de Hudson, y la ciudad se desarrollaría para proteger los intereses británicos en la isla de Vancouver.

La zona portuaria sigue siendo importante para los pueblos indígenas, y ahora es un lugar donde se pueden admirar sus obras de arte como parte del Proyecto de Creación de Lugares, cuyo objetivo es conectar a residentes y visitantes con la cultura de las Primeras Naciones. Las nuevas puertas y sombrillas instaladas en el puerto presentan imágenes de ballenas, aves y criaturas marinas que contribuyen a preservar las antiguas historias.

El jefe hereditario de la Nación Esquimalt, Ed Thomas, saluda a los visitantes en lekwungen, el idioma tradicional del sureste de la isla de Vancouver, y comparte historias de ballenas y lobos que son fundamentales en la historia del origen de su pueblo.

La historia de los pueblos indígenas y la colonización también se presenta en una serie de exhibiciones e historias del Museo Real de Columbia Británica. Podrías perderte fácilmente durante horas contemplando las exhibiciones o una película IMAX. Cerca del museo se encuentra el Parque Thunderbird, hogar de coloridos tótems indígenas tallados a mano (o postes de historia o conocimiento).

Para quienes buscan emociones fuertes, la atracción Malahat SkyWalk está a un corto trayecto en autobús desde Victoria. Ofrece un paseo accesible de 600 metros entre árboles a través de un bosque que conduce a una espectacular rampa en espiral que lleva tranquilamente a los caminantes a 32 metros de altura para disfrutar de vistas impresionantes. Los más intrépidos bajan por un tobogán en espiral, que dura unos 10 segundos.

Para quienes buscan menos adrenalina, los Jardines Butchart, de 100 años de antigüedad, con sus 55 acres de gloriosas exhibiciones florales, fuentes y carrusel de feria, ofrecen una tarde agradable.

Como alternativa, puedes subirte a una bicicleta eléctrica o una bicicleta normal de Pedaler para hacer un recorrido: resultó ser una excelente manera de recorrer la ciudad y sus tranquilos suburbios.

La ruta nos llevó a través de la Asamblea Legislativa de Columbia Británica, el colorido Chinatown, Bastion Square, el Castillo Craigdarroch (construido por un rico barón del carbón escocés), la espectacular Oak Bay y el Cementerio de Ross Bay, donde las ardillas jugaban y los ciervos solitarios, imperturbables ante el paso zumbante de los humanos, mordisqueaban la hierba.

De vuelta en la ciudad, su pasado colonial dominaba el paisaje con edificios emblemáticos como el Parlamento de Columbia Británica, con su techo abovedado de cobre. El atractivo del oro también atrajo a la ciudad a inmigrantes chinos que posteriormente trabajarían en el Ferrocarril del Pacífico Canadiense.

La ciudad cuenta con el barrio chino más antiguo de Canadá y es famosa por sus edificios históricos, faroles y estatuas de animales. También alberga la calle comercial más estrecha de Norteamérica, el callejón Fan Tan, que antaño fue un centro de juegos de azar y opio, y ahora es un destino popular para los turistas que exploran sus peculiares tiendas y una popular panadería.

La ciudad también ofrece una amplia gama de alojamientos para todos los presupuestos, desde hoteles económicos, B&B y posadas, hasta algunos de los alojamientos de lujo más impresionantes para descansar. Ninguna visita a Victoria está completa sin una visita al hotel Fairmont Empress, que ofrece una selección de paquetes y promociones, tanto para una escapada de fin de semana como para un viaje inolvidable.

El galardonado hotel de cinco estrellas, conocido como el "Castillo en la Costa" de Canadá, se encuentra junto al Puerto Interior. Este Sitio Histórico Nacional, que data de 1908, recibió su nombre en honor a la reina Victoria y se enorgullece de sus vínculos con la realeza británica.

Con 431 habitaciones y suites, también incluye un hotel dentro del hotel: la experiencia Fairmont Gold, con sus magníficas habitaciones, excelente gastronomía y elegante terraza para tomar cócteles o disfrutar del desayuno de su suntuoso bufé.

Sirve el tradicional té de la tarde inglés desde hace más de un siglo y sus menús incluyen lavanda del jardín de la azotea del hotel, miel de sus propias colmenas, productos locales frescos y chocolates artesanales exquisitamente decorados.

Deliciosos sándwiches, scones recién horneados con mermelada de fresa y tentadores pasteles se sirven en exquisita porcelana. Los tés de hojas sueltas, cuidadosamente seleccionados, provienen de proveedores líderes de origen ético, e incluyen una infusión fascinante y popular de color azul, llamada acertadamente "Blue Suede Shoes".

El hotel está a tiro de piedra del centro de Victoria, con sus numerosas tiendas, bares, pubs, restaurantes y cafeterías.

En el moderno Inn at Laurel Point, mi lujosa habitación era luminosa y espaciosa, con un gran balcón con vistas panorámicas al puerto, una suntuosa cama tamaño king y una zona de sofá, así como un baño palaciego con ducha y una bañera profunda para morirse.

El hotel también cuenta con el fabuloso Restaurante + Patio Aura Waterfront, donde los chefs combinan ingredientes regionales de granja y utilizan hierbas cultivadas en el jardín del hotel. También hay una selecta carta de vinos, cervezas artesanales y cócteles que maridan con los ingredientes locales de calidad.

A la vuelta de la esquina, junto a una foca joven que jugaba en el mar, se encontraba otro tesoro por descubrir: Fisherman's Wharf. Es un destino único con sus coloridos edificios flotantes, quioscos y puestos de helados y mariscos, y es donde se puede subir a uno de los icónicos taxis acuáticos amarillos.

Un salto sobre el agua y una corta caminata hasta Phillips Brewing & Malting Co, una microcervecería peculiar y amigable para probar una embriagadora selección de cervezas antes de dirigirse al restaurante Eva Schnitzel para disfrutar de una cena de inspiración alemana.

Tanta variedad y diversión en una sola ciudad.

¡Qué lugar!

Reserva tus vacaciones

• WestJet ofrece vuelos a Victoria, Columbia Británica, Canadá, desde Heathrow desde £555 ida y vuelta. westjet.com
• Las habitaciones del hotel Fairmont Empress en Victoria cuestan desde £203 por noche. fairmont.com
• Las habitaciones en el Inn at Laurel Point en Victoria cuestan desde £156 por noche. laurelpoint.com
• Más información en tourismvictoria.com