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Cambiar Italia empieza con el trabajo: por qué construir entornos inclusivos es una opción estratégica

Cambiar Italia empieza con el trabajo: por qué construir entornos inclusivos es una opción estratégica

Según datos del ISTAT, los extranjeros residentes regularmente en Italia a 1 de enero de 2025 eran 5 millones 422 mil , lo que representaba el 9,2 % de la población total, con un aumento del 3,2 % con respecto a 2024. Los trabajadores extranjeros en Italia eran casi 2,4 millones, lo que equivale a más del 10 % de la fuerza laboral activa total del país (datos del Ministerio de Trabajo y Políticas Sociales). Sin embargo, el tema de la inmigración en la narrativa mediática tiende a escapar de la dimensión de la "normalidad" para privilegiar los aspectos "patologizantes", ofreciendo una imagen distorsionada de los fenómenos migratorios y de los migrantes en general. Una imagen distorsionada también porque Italia se está convirtiendo cada vez más en un país multiétnico y multicultural , aunque el origen migratorio de las personas tiende a "desaparecer" de los datos una vez que han adquirido la ciudadanía italiana.

La importancia de los entornos de trabajo multiculturales

Sin embargo, reconocer el valor de las diferencias étnico-culturales no es solo una cuestión ética, sino que conlleva aspectos positivos para la comunidad en su conjunto y para las empresas en particular. Basta decir que, según McKinsey & Company, consultora de gestión que asiste a 90 de las 100 empresas líderes del mundo, con oficinas en más de 130 ciudades y más de 65 países, las empresas que invierten en inclusión étnico-cultural tienen un 39 % más de probabilidades de superar la rentabilidad media de su sector.

Esto se debe a que los entornos laborales multiculturales fomentan la creatividad y la apertura a los mercados globales. Presentan mayor adaptabilidad y mentalidad abierta, esenciales en un contexto globalizado, mayor empatía y sensibilidad cultural , capacidad para resolver problemas en contextos complejos, lo que se traduce en una mayor facilidad para identificar soluciones innovadoras, y pluralismo lingüístico, que permite una comunicación más amplia y diversificada, incluso con los clientes.

Un hecho que invita a la reflexión y que debería impulsar a las empresas a invertir en la creación de entornos acogedores para personas del resto del mundo. Además, la movilidad internacional, el aumento de los flujos migratorios, las nuevas formas de trabajo híbrido y la creciente presencia de segundas/nuevas generaciones hacen urgente que las empresas italianas desarrollen modelos organizativos inclusivos, capaces de reflejar la sociedad en la que operan.

¿Cuáles son las barreras en el mundo del trabajo?

Sin embargo, todavía hay muchas barreras. Por ejemplo, solo un pequeño porcentaje de personas con antecedentes migratorios en Italia ocupan puestos altamente cualificados; además de esto, hay una fuerte subrepresentación en los procesos de toma de decisiones y los puestos directivos. Esto se debe a que las personas que viven en un país distinto al suyo de origen y las segundas/nuevas generaciones se enfrentan a problemas significativos: barreras lingüísticas, que se traducen en dificultades de comunicación y dificultades para integrarse en las redes de trabajo social; procesos de contratación poco inclusivos; experiencias discriminatorias descritas como episodios de racismo y microagresiones fuera y dentro del lugar de trabajo ; barreras burocráticas que limitan gravemente las oportunidades laborales de los migrantes y la integración social y escolar de sus hijos. Luego está el problema de la vivienda , un problema significativo especialmente en las grandes ciudades. Sin mencionar que los extranjeros en general no pueden contar con redes de apoyo.

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“El multiculturalismo en el mundo laboral representa un enorme valor para la innovación y la competitividad de las empresas”, afirma Barbara Falcomer, directora general de Valore D, quien dedicó una conferencia al tema precisamente para sensibilizar a las empresas sobre este delicado pero estratégico asunto. “Ser conscientes de las diferencias étnico-culturales y preparar a los líderes para gestionar el multiculturalismo es un camino obligado en un mundo cada vez más complejo y en un contexto en el que los retos demográficos y económicos deben abordarse con urgencia”, afirma Barbara Falcomer. Según ella, “las empresas que sean capaces de adoptar e integrar el multiculturalismo contarán con un recurso estratégico y tendrán un impacto positivo en el crecimiento colectivo, social y económico, justo y sostenible para nuestro país”.

Por lo tanto, las empresas tienen una parte importante de responsabilidad. Empezando por reconocer la importancia de contar con una fuerza laboral multicultural , lo cual representa una ventaja estratégica fundamental, especialmente en empresas que operan globalmente. Huelga decir que los equipos multiculturales nos permiten satisfacer las demandas de los mercados globales, especialmente en el caso de empresas con sedes, plantas de producción o centros de servicio externalizados en el extranjero, pero también las necesidades de unos consumidores cada vez más diversos culturalmente, con efectos positivos en la competitividad.

¿Cómo hacerlo? Comienza perfeccionando las herramientas de monitoreo y medición, implementando estrategias de atracción y reclutamiento justas y representativas, y facilitando experiencias de capacitación para aumentar la sensibilidad cultural y las habilidades interculturales entre la plantilla corporativa a todos los niveles. Concientizando sobre la diversidad lingüística y promoviendo estilos de comunicación inclusivos, gestionando el pluralismo religioso. Interviniendo en asuntos administrativos y de vivienda para apoyar a las personas que vienen del extranjero por motivos laborales. No es una tarea fácil, pero es esencial.