¿El futuro de la atención? En casa. Mientras…

¿El futuro de la atención? Está en casa. Se debatió en una conferencia en la Universidad de Brescia, organizada por la cooperativa social Società Dolce, que gestiona la atención domiciliaria y los cuidados paliativos a domicilio en Lombardía. Un camino para la medicina que no resta valor a la pertinencia ni a los resultados, sino que añade valor: la humanización de la atención en un contexto familiar.

La ministra de Discapacidad, Alessandra Locatelli, el rector de la Universidad de Brescia, Francesco Castelli, el consejero regional de Universidad e Investigación, Alessandro Fermi, el consejero municipal de Políticas Sociales, Marco Fenaroli, y el director general de Ats Brescia, Claudio Vito Sileo, inauguraron el acto junto con Pietro Segata, presidente de Società Dolce y AssistiamoCasa, la filial sanitaria de la cooperativa: «Proximidad —dijo— es la palabra clave. Teleconsulta, telemonitorización, teleasistencia, telerrehabilitación, pero también farmacias y RSA abiertas».

La atención domiciliaria es la respuesta para los pacientes no autosuficientes y para aquellos con una enfermedad crónica o degenerativa, pero en algunos casos también para la observación y el diagnóstico, como lo demuestran los casos presentados por Massimo Molteni, neuropsiquiatra con experiencia a distancia en niños con sospecha de espectro autista, Roberto Piperno, fisiatra y neurólogo con prácticas de telerehabilitación en condiciones crónicas y Sergio Criseo, fisioterapeuta y osteópata, con un estudio piloto sobre pacientes con Parkinson.

En 2025, el número de personas mayores de 65 años que reciben atención domiciliaria en Lombardía aumentará de 92.000 en 2019 a 226.000 (+140%), el 10% de las personas en ese grupo de edad, en línea con la media europea. La Región está invirtiendo más de 264 millones de euros en 3 años, de los cuales casi 200 provienen del PNRR. Dentro de los recursos europeos, 65 millones serán asignados por la ATS a organismos acreditados, incluyendo 8 millones para las denominadas RSA abiertas mediante contratos específicos. ¿Todo color de rosa? En realidad, no: necesitamos resolver la escasez crónica de personal sanitario cualificado y crear coordinación entre hospitales, distritos, médicos de cabecera y servicios sociales, con historiales clínicos y sistemas de información compartidos. Y un aspecto fundamental permanece: «La atención domiciliaria —concluyó Segata— es posible si el paciente tiene buena autonomía o puede contar con un cuidador. Pero ¿quién cuida a quienes la brindan? Según Eurispes, el 75 % de quienes la asisten no recibe ningún apoyo formal, el 85 % cree que sus necesidades no son reconocidas y solo el 12 % tiene acceso a servicios de apoyo adecuados. Necesitamos trabajar en esto para que el sistema funcione».

En la foto, de izquierda a derecha, Alessandro Fermi, Francesco Castelli, Pietro Segata y Massimo Molteni.