Innovación: Campania apunta al espacio como nueva frontera para mejorar la vida en la Tierra.

El espacio ya no es solo un lugar para explorar, sino un terreno fértil para la innovación y nuevas oportunidades de negocio. Este es el mensaje que surgió de la última edición de Innovation Village, donde la Economía Espacial cobró protagonismo con un enfoque innovador en la Manufactura Espacial: la producción de materiales y tecnologías directamente en el espacio, útiles no solo para misiones espaciales, sino también para mejorar la vida en la Tierra.
Luigi Carrino, presidente del Distrito Aeroespacial de Campania, afirma: «Los expertos predicen un crecimiento anual de la economía espacial de alrededor del 30 % en los próximos años. Se trata de una estimación ambiciosa que demuestra el extraordinario potencial del sector». Este panorama se ve reforzado por cambios globales, como la afluencia masiva de inversores privados estadounidenses y el desmantelamiento progresivo de la Estación Espacial Internacional para 2030: «Dos acontecimientos destinados a revolucionar el futuro del espacio, allanando el camino para la construcción de nuevas infraestructuras orbitales y laboratorios de investigación espacial», como destacó el coronel Aniello Violetti, agregado espacial de la Embajada de Italia en Washington.
En este escenario de rápida evolución, Campania se perfila como un socio estratégico para las principales empresas espaciales estadounidenses, gracias a su vasta experiencia científica, industrial y tecnológica. Un ejemplo concreto de ello es el proyecto SACS (Análisis Satelital de Celulosa para el Espacio), lanzado por Knowledge for Business, con su laboratorio de investigación de materiales de origen biológico, en colaboración con Space Factory, empresa napolitana dirigida por Norberto Salza, que diseña tecnologías de reentrada espacial y laboratorios orbitales de nueva generación. SACS tiene como objetivo probar la producción espacial de nanocelulosa bacteriana, una materia prima completamente biológica y sostenible derivada de fuentes inagotables y con numerosos campos de aplicación: condiciones de crecimiento, métodos de medición y desarrollo de sensores MiniLab para experimentos espaciales planificados.
Las condiciones únicas del espacio –como la microgravedad– permiten realizar experimentos imposibles en la Tierra, con aplicaciones que se extienden también a la medicina (como la búsqueda de nuevos antibióticos o el ensayo de nuevas moléculas para el tratamiento de la osteoporosis y el síndrome de ovario poliquístico).
Gracias a la convergencia de la experiencia académica y la industria, Campania se está consolidando como un ecosistema fértil para la economía espacial. Ejemplos concretos de ello son Paolo Netti (director del Centro de Biomateriales Avanzados para la Salud del IIT), Claudia Esposito (directora de Ciencia e Innovación de la Agencia Espacial Italiana) y Antonio Viscusi (profesor de la Universitas Mercatorum de Roma y de la Universidad Federico II de Nápoles), líderes campanos que, durante la Aldea de la Innovación, compartieron los prometedores resultados de su investigación en el campo de la fabricación espacial. Por lo tanto, el futuro de la innovación y la economía también reside en el espacio.
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