La UE ha lanzado una aplicación para verificar tu edad en las redes sociales y está realizando su primera prueba en Italia.

La Comisión Europea ha presentado directrices para la protección digital de menores y un prototipo de aplicación para verificar la edad de los usuarios en plataformas, de conformidad con la Ley de Servicios Digitales. Así lo anunció la vicepresidenta de la Comisión Europea, Henna Virkkunen. Italia, Francia, España, Grecia y Dinamarca participarán en la fase piloto de la aplicación, que constituye uno de los pilares del monedero de identidad digital, previsto para finales de 2026. La aplicación permitirá verificar si un usuario es mayor de 18 años sin necesidad de revelar más información personal, respetando la privacidad.
El prototipo de aplicación, que establece un estándar de oro en la verificación de edad en línea, permitirá a los usuarios, por ejemplo, demostrar fácilmente que son mayores de 18 años al acceder a contenido para adultos en línea, manteniendo al mismo tiempo un control total sobre cualquier otra información personal, como su edad exacta o identidad. Nadie podrá rastrear, ver ni reconstruir el contenido al que accedan los usuarios individuales. La aplicación de verificación se probará y se personalizará en colaboración con los Estados miembros, las plataformas en línea y los usuarios finales.
Los cinco Estados miembros serán los primeros en adoptar la solución técnica, con el objetivo de lanzar una aplicación nacional personalizada para la verificación de edad. El prototipo podría integrarse en una aplicación nacional o permanecer como una aplicación independiente. «Garantizar la seguridad de nuestros niños y jóvenes en línea es de suma importancia para esta Comisión», declaró Virkkunen. «Las plataformas», enfatizó, «no tienen excusa para seguir poniendo en riesgo a los niños».
Otras cuestiones que abordan las directrices incluyen el diseño adictivo, el ciberacoso, el contenido dañino y el contacto no deseado con desconocidos. En concreto, se recomienda reducir la exposición de los menores a prácticas que puedan fomentar conductas adictivas y desactivar las funciones que promueven el uso excesivo de servicios en línea, como las streaks, un sistema de seguimiento de actividad, y las confirmaciones de lectura de mensajes. Para combatir el ciberacoso, se considera necesario ofrecer a los menores la posibilidad de bloquear o silenciar a usuarios, garantizando que no se les pueda añadir a grupos sin su consentimiento explícito. También se recomienda prohibir que las cuentas descarguen o tomen capturas de pantalla de contenido publicado por menores para evitar la distribución no deseada de contenido sexual o íntimo. Para reducir la exposición de los menores a contenido dañino, se anima a las plataformas a no volver a recomendar contenido que los jóvenes usuarios hayan indicado que no desean ver. Por último, se exige que las plataformas configuren las cuentas de los menores como privadas por defecto, lo que significa que no serán visibles para los usuarios que no estén en su lista de amigos, para minimizar el riesgo de que sean contactados por desconocidos en línea.
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