La Vía Láctea podría estar en una enorme burbuja de vacío

La Tierra y toda la Vía Láctea podrían estar dentro de un enorme vacío cósmico , una especie de burbuja cuya tasa de expansión es mayor que la del exterior . Esta hipótesis se sustenta en un estudio del « sonido» del Big Bang, realizado por los astrónomos Indranil Banik, de la Universidad de Portsmouth, y Vasileios Kalaitzidis, de la Universidad de St. Andrews, en el Reino Unido. Los resultados, publicados en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, se presentaron en la reunión de la Royal Astronomical Society en Durham.
La teoría representa una posible solución a la « tensión de Hubble », la discrepancia entre las mediciones de la tasa de expansión del universo , obtenidas mediante observaciones de supernovas de Tipo Ia en el universo local, y las derivadas de datos sobre el eco del Big Bang, la radiación cósmica de fondo de microondas. «Una posible solución es que nuestra galaxia se encuentra cerca del centro de un gran vacío local», explica Banik. «Esto provocaría una atracción gravitatoria de materia hacia el exterior desde el vacío , a mayor densidad, de modo que el vacío se vaciaría con el tiempo. A medida que el vacío se vacía, la velocidad de los objetos que se alejan de nosotros sería mayor que si no hubiera vacío. Esto da la impresión de una tasa de expansión local más rápida».
Para que esta idea se sostenga, la Tierra y el Sistema Solar tendrían que estar ubicados cerca del centro de una burbuja con un radio de mil millones de años luz y una densidad un 20 % inferior a la media del universo . De hecho, el conteo directo de galaxias en el infrarrojo cercano respalda esta hipótesis, ya que la densidad del universo local parece ser menor que la de las regiones vecinas. Sin embargo, la existencia de un vacío tan vasto y profundo es controvertida, ya que no se ajusta fácilmente al modelo cosmológico estándar, que predice que la materia debería estar distribuida de forma más uniforme a escalas tan grandes.
No obstante, los nuevos datos presentados en el estudio muestran que la posibilidad de un vacío local encaja perfectamente con el sonido del Big Bang, concretamente con las oscilaciones acústicas bariónicas (BAO), fluctuaciones en la distribución de la materia ordinaria en el universo creadas por ondas de presión que se propagan a través del plasma primigenio. Estas ondas, similares a las ondas sonoras, dejaron una huella en la distribución de la materia y sirven como guía para trazar la historia de la expansión cósmica. «Considerando todas las mediciones de BAO disponibles durante los últimos 20 años», enfatiza Banik, «hemos demostrado que un modelo con vacío es aproximadamente cien millones de veces más probable que un modelo sin vacío».
ansa