«Plauto nos hace perdernos a nosotros mismos». Emilio Solfrizzi con «Anfitrión»

Traer teatro clásico a Fano significa jugar con los hilos de la historia a cuestas. Una inmersión en el pasado con risas en el presente. Y si lo hacemos en la Corte Malatestiana... Plauto pone los chistes, la ambientación, la magia. Emilio Solfrizzi se prepara para subir al escenario con Anfitrión (que también dirigió), la más "divina" de las comedias de Plauto, programada esta noche a las 21:30 en Fano y al día siguiente en el Teatro Romano de Falerone, como parte del festival Tau – Teatri Antichi Uniti. "Anfitrión" es la única comedia plautina ambientada en la mitología, donde los dioses se mezclan con los hombres.
¿Qué le impulsó a elegir este texto en particular y qué tipo de interpretación quería darle?
Elegí Anfitrión porque es la única obra en la que Plauto trae a los dioses al escenario… ¡y lo hacen como verdaderos comediantes! Quería interpretarla como una gran farsa sobre el poder y la identidad: una farsa mitológica entre dioses entrometidos y hombres confundidos.
La comedia gira en torno a malentendidos, dobles e identidades robadas. En una época como la nuestra, donde la imagen a menudo prevalece sobre la sustancia, ¿crees que esta trama aún puede llegarnos con la misma fuerza?
El malentendido es eterno, hoy más que nunca. Vivimos en un mundo donde una foto de Instagram puede valer más que la realidad. Plauto lo comprendió hace dos mil años. ¿Visionario... o influencer ante litteram?
El personaje de Júpiter, que sustituye a Anfitrión para seducir a Alcmena, puede resultar cómico y perturbador a la vez. ¿Cómo lo abordaste?
Júpiter es un dios con el ego de un galán. Es divertidísimo, pero también da miedo: si te lo encuentras de noche, te alejas. Intenté jugar con él: un dios mitad jefe, mitad payaso.
Eres actor de teatro, cine y televisión. ¿Cómo cambia tu relación con el público al traer un clásico como este a un entorno único como los sitios históricos de Tau?
En los escenarios de Tau, el público no es solo un espectador; es parte del paisaje. Es como actuar con las piedras escuchándote y, a veces, ¡robándote el espectáculo!
«Anfitrión» es una comedia, pero también tiene un trasfondo trágico, una reflexión sobre la identidad y el poder. ¿Hubo algo que te impactara mientras trabajabas en el texto?
Sí: me impactó lo poco que se necesita para perderse. Una capa, una mentira bien contada, y el mundo ya no sabe quién eres. Es una comedia, pero bajo la risa hay un hermoso vértigo.
El espectáculo está producido por la Compañía Molière en colaboración con el Festival de Teatro Borgio Verezzi. En el escenario, protagonizan Solfrizzi, Giancarlo Ratti, Ivano Falco, Viviana Altieri, Cristiano Dessì, Beatrice Coppolino y Rosario Coppolino. Los decorados son de Fabiana Di Marco, el vestuario de Alessandra Benaduce, la iluminación de Mirko Oteri y la música de Michele Marmo.
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