Un antiguo busto de bronce resurge del mar de Leuca

Un torso de bronce, probablemente perteneciente a una gran estatua, ha emergido del fondo marino frente a la costa de Santa Maria di Leuca. Se trata de un descubrimiento excepcional que pone de relieve un tramo de mar rico en historia, entre la entrada del puerto de Leuca y el puerto deportivo de Novaglie, frente a la costa de Gagliano del Capo.
El descubrimiento es el resultado de un largo trabajo de análisis realizado por el Departamento de Bienes Culturales de la Universidad de Salento, en el ámbito del proyecto “Marea”, dedicado a la cartografía arqueológica de los fondos marinos de Apulia.
El hallazgo en ese tramo de mar se reportó el 19 de junio gracias a un estudio fotogramétrico de alta precisión. Días después, se iniciaron las operaciones de recuperación, a cargo de arqueólogos subacuáticos de UniSalento.
Los técnicos de la Unidad de Operaciones Subacuáticas de la Guardia Costera de San Benedetto del Tronto también participaron en las delicadas fases de recuperación, mientras que una lancha patrullera de la Autoridad Portuaria de Galípoli transportó los hallazgos al muelle. Posteriormente, los fragmentos fueron trasladados al Museo del Mar Antiguo de Nardò, donde se inició el proceso de desalinización en el laboratorio de restauración de la Superintendencia.
La pieza principal recuperada es un torso de bronce de 105 x 65 centímetros. Junto con él se recuperaron otros fragmentos más pequeños, incluyendo uno que podría representar un ropaje. Futuros análisis ayudarán a determinar su datación, composición y posible vínculo con otras estatuas conocidas. La zona no es nueva para los investigadores: ya en 1992, el buzo Francesco Boaria había informado de la presencia de hallazgos de bronce. Entre 1994 y 1995, la Superintendencia inició una campaña inicial de recuperación, trasladando los materiales al Museo Arqueológico de Brindisi, donde se colocaron junto a hallazgos similares de Punta del Serrone.
«Este fragmento —explica Rita Auriemma, directora científica del proyecto— nos habla de historias perdidas y rutas sumergidas, y demuestra la importancia de la colaboración entre investigación, protección y territorio para rescatar un patrimonio que el mar esconde, pero no borra». «El descubrimiento —añade la superintendente Francesca Riccio— representa una pieza clave en la reconstrucción histórica de un territorio que sigue sorprendiéndonos por la densidad y calidad de sus depósitos sumergidos». El comandante de la Guardia Costera de Galípoli, Francesco Perrotti, también expresó su satisfacción: «Quiero destacar la eficacia del trabajo realizado, en particular por los operadores submarinos, que garantizan la seguridad de las operaciones y la protección del medio marino a diario».
La Gazzetta del Mezzogiorno