Ex entrenador Rossi: «Di Francesco puede relanzarse en Lecce. Confía en Camarda»

La nueva aventura de Eusebio Di Francesco en el banquillo del Lecce comenzó oficialmente el jueves. Además, se espera próximamente el anuncio oficial del fichaje del delantero Francesco Camarda, procedente del Milán, confirmado informalmente por el director deportivo rossoneri, Igli Tare.
La elección del entrenador del Pescara va en contra de la tendencia, y no puede definirse de otra manera si tenemos en cuenta que Di Francesco viene de dos descensos consecutivos, primero al frente del Frosinone y luego del Venezia —afirma Delio Rossi, quien entrenó al Lecce en la segunda parte de la temporada 2001/2002, sustituyendo a Alberto Cavasin, y luego en la 2002/2003, con el ascenso a la Serie A, y en la 2003/2004, con la salvación—. Pero Corvino es un entrenador que no se limita a analizar los resultados obtenidos, sino que evalúa sobre todo el trabajo realizado. Además de impulsar a los jugadores, ha demostrado repetidamente que también sabe cómo hacerlo con los entrenadores. Los acompaña, está cerca de ellos, los apoya, estimula su orgullo, sus ganas de hacer más y mejor.
Al fichar al delantero centro de 17 años Francesco Camarda, cedido por el Milán, el Lecce apostó por el talento del joven rossonero y se encargó de catapultarlo al fútbol decisivo. El chico debutó muy joven en la máxima categoría y en la Champions League, pero una cosa es jugar algunos partidos y otra muy distinta tener cierta continuidad en la Serie A.
A lo largo de su historia, el club Giallorossi a menudo ha logrado desarrollar talentos que han florecido en su sector juvenil, el último de los cuales fue Patrik Dorgu, vendido en enero al Manchester United con una importante plusvalía.
A principios de la década del 2000, el club Giallorossi, siempre con Pantaleo Corvino al frente del área técnica, hizo lo mismo con una plantilla que incluía, entre otros, a Valeri Bojinov, Mirko Vucinic, Cristian Ledesma, Axel Konan y Erminio Rullo. Ahora, el club del Salento intentará repetir con Camarda, un jugador del Milán, con quien tendrá derecho a redención, mientras que los milaneses podrán contar con la contrarredención.
En la temporada 2002/2003, y especialmente en la 2003/2004, Delio Rossi incorporó a varios jóvenes al Lecce como entrenador, aunque algunos de ellos ya habían debutado en la 2001/2002. «La situación, comparada con mi época, es bastante diferente —especifica Rossi—. En aquel entonces, tras el descenso en la 2001/2002, el club decidió vender a todos los jugadores más destacados o con salarios altos. Así, junto con algunos veteranos de la Serie A, promocionamos a numerosos jugadores que habían destacado en la Primavera. Incorporamos a varios de ellos y, con casi todos, el Lecce obtuvo importantes plusvalías, ya que todos eran propiedad del club. Con Camarda es diferente. Creció en Milán y está destinado a volver, como declaró recientemente el director deportivo Tare. El club giallorossi sin duda tendrá ventajas, incluidas las económicas, pero no podrá generar una plusvalía en el sentido clásico del término».
Los jóvenes necesitan las condiciones adecuadas para dar lo mejor de sí mismos, y Delio Rossi ha demostrado que sabe cómo hacerlo: «Para que progresen, no basta con que tengan calidad. Se necesita algo más. El entrenador tiene la tarea de ayudarlos a mejorar en todos los aspectos, incluyendo su maduración como personas, de hacerles entender que confía en ellos y, sobre todo, de identificar el momento oportuno para lanzarlos a la lucha con continuidad, apoyándolos tras un rendimiento negativo o manteniéndolos con los pies en la tierra cuando las cosas van viento en popa. Un chico, por naturaleza, quiere romper el mundo, lo quiere todo ya, pero hay que gestionarlo con cuidado».
El entrenador de Rímini cuenta una anécdota: «En Palermo, el presidente Zamparini me preguntaba a menudo, al principio, por qué no alineaba al argentino Javier Pastore y al uruguayo Abel Hernández, dos jóvenes jugadores en los que el club rosanero había invertido mucho. Le respondí que tenían que tener paciencia, que su momento llegaría y que lo harían muy bien. Así fue y, posteriormente, el club siciliano logró obtener importantes plusvalías».
La afición del Lecce espera que Camarda demuestre en Salento todo el talento y el olfato goleador que se le atribuyen: «Es innegable que tiene talento, ya que ha marcado muchísimos goles en todos los equipos en los que ha jugado, incluidas las selecciones nacionales. Estoy convencido de que Corvino y el entorno giallorossi podrán ayudarle a crecer en todos los aspectos. La forma en que afronte esta nueva experiencia será muy importante para él. Deberá hacerlo con la máxima humildad y consciente de que el Lecce, aunque lucha por la permanencia, es un gran lugar. Pero desde este punto de vista no puedo opinar, ya que desconozco la madurez y el carácter del joven que creció en Milán».
La Gazzetta del Mezzogiorno