Gerard López también hizo fracasar al Boavista


Reisinho con la camiseta del Boavista (foto Epa, vía Ansa)
El empresario hispano-luxemburgués ya ha registrado en su currículum otro fracaso de proporciones históricas: el de Burdeos (que aún lucha por hacer frente a las deudas dejadas por su gestión).
“Ciertas cosas solo pasan en Italia”, es el estribillo, a menudo correcto pero decididamente usado en exceso, que se canta cuando algo en nuestro sistema futbolístico no marcha como debería. La realidad es que el mundo entero es igual. No hay otra explicación para la increíble historia de Gerard López, un empresario hispano-luxemburgués que acaba de convertirse en la cara visible del colapso del Boavista, es decir, el único club portugués capaz de insertarse en el dominio del trío Porto-Sporting-Benfica desde 1947 hasta hoy , gracias al título nacional ganado en 2001 con un equipo decididamente de clase trabajadora, pero iluminado por el talento de Erwin Sánchez, un centrocampista ofensivo boliviano apodado, por su clase, Platini.
Desde hace tiempo, la situación financiera del Boavista no ha sido la mejor: desde las noticias sobre facturas impagadas del polideportivo hasta las que informan de un estadio inutilizable, también debido al impago de 7 millones de euros a la empresa que se encargó de la renovación de las instalaciones. Meses en los que López permaneció prácticamente en silencio hasta el punto de inflexión de los últimos días, la explosión definitiva de una mecha encendida en 2021, año en el que López adquirió dos tercios de las acciones del club. Al descenso a segunda división se sumó el problema de algunos plazos incumplidos de forma dramática. La prensa local informó de la existencia de un profundo déficit en las cuentas y del retraso de una transferencia de una cantidad relativamente pequeña (2,5 millones de euros) que podría hacer estallar al club, que a lo largo de los años ha acumulado deudas de cuantía mucho mayor. Mientras tanto, estos 2,5 millones eran necesarios para garantizar la inscripción para el miércoles, pero no llegaron.
Hasta ahora, sería un caso de mala gestión. Si no fuera porque López, en su currículum, ya ha denunciado otro fracaso trascendental: el del Burdeos, un noble caído del fútbol francés que aún lidia con las deudas de su gestión . Una exposición que involucra a todo tipo de acreedores: desde una famosa cadena hotelera hasta la empresa que recopila datos estadísticos, desde los clubes que no han cobrado la cesión acordada de los derechos de inscripción de los jugadores hasta empresas de transporte, emisoras, estaciones de radio, bufetes de abogados y, al parecer, incluso vinicultores y panaderías de la zona, además de las deudas con Bordeaux Métropole, la entidad que negocia con el gobierno de la ciudad y el interior.
El Boavista se encuentra bajo un embargo de siete millones de euros otorgado por un tribunal portugués a la empresa que reestructuró Bessa-XXI. La FIFA ha bloqueado la inscripción de jugadores durante al menos tres sesiones y el presidente Faye, sin poder económico, se encuentra ante un hecho consumado. Estaba trabajando para construir el equipo con el que afrontar la segunda división, pero parece que el club ni siquiera cumple los requisitos para inscribirse en la tercera. En resumen, la situación solo puede empeorar. Esperemos que López haya terminado su particular gira europea.
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