Lacco Ameno-Crescenzo Belluomo, adiós al veneno. «Mentiras y burlas, te mereces a quienes te tratan mal».


Si Gigi Buffon tiene problemas en París, Crescenzo Belluomo los tiene en Lacco Ameno. El "Marotta della Fundera" ya no es el director deportivo del ASD Lacco Ameno 2013, y lo dice sin rodeos. Su despedida es una apasionada carta abierta, publicada en redes sociales, que se lee como una crítica frontal al club.
«Después de seis años, lamentablemente, ha llegado la hora de decir adiós, la hora de separarnos, el momento en que nuestros caminos se separan y cada uno sigue su propio camino...», escribe Belluomo, iniciando su declaración con un tono melancólico que rápidamente se torna agudo. Recuerda «seis largos años» llenos de «numerosas batallas (deportivas y de otro tipo)» en las que, enfatiza, «¡siempre lo hemos dado todo!».
Luego, como para aclarar su enfoque, añadió: «En el fútbol, como en la vida, no siempre se gana, ni siempre se obtienen los resultados que a menudo merecemos... pero lo importante es darlo todo, no contenerse nunca, para no arrepentirse jamás». Una defensa propia y, al mismo tiempo, una advertencia para quienes lo juzgaron. «Sí, como director deportivo y colaborador, siempre lo he dado todo y siempre he puesto al equipo por delante, a pesar de muchos problemas, tanto laborales como familiares. Todo esto sin esperar nada a cambio, porque quienes me conocen bien saben que, para mí, Lacco Ameno siempre ha sido el único amor (futbolístico) por el que me he esforzado a hacer todo esto».
Luego viene la ruptura. "Hasta hace unos días, esperaba algo que llevaba mucho tiempo ansiando, ¡pero al final resultó ser solo mentiras y una broma!" Aquí el tono se vuelve implacable: Belluomo habla de decepción, promesas incumplidas y palabras vacías de sentido. Pero el golpe más duro viene de la dirección interna: "También me decepcionó mucho la gente que, a pesar de todo lo que he hecho/dado por esta empresa, no se dignaron a decirme las cosas como eran en una reunión cara a cara, sino como suelen hacerlo 'por el bien del vicario y el vicario'". Una indirecta clara, sin mencionar nombres pero fácilmente adivinables, concluyó con una estocada punzante: "¡Quizás porque, en el fondo, te mereces gente que te trate mal y hable a tus espaldas como tú lo hiciste conmigo!"
El final, sin embargo, se suaviza, dirigiéndose a los jugadores y separando claramente al equipo del club: "Por último, quiero agradecer de corazón a todos mis chicos, tanto a los que han formado parte del equipo como a aquellos con quienes he forjado una relación especial. ¡Gracias por luchar juntos durante estos 6 fantásticos años! ¡Recuerden que el director siempre estará ahí para ustedes! Y recuerden siempre una cosa: aunque cada uno tenga problemas o defectos de carácter, cuando algo se hace con CORAZÓN Y PASIÓN, ¡nunca sale mal! ¡Su DS!"
Estas palabras resonaron con fuerza en el vestuario y entre la afición, abriendo un capítulo delicado para el club. Mientras tanto, el club ha confirmado el resto de la estructura organizativa para la temporada 2025-26: Michele De Siano será presidente honorario, mientras que Salvatore Castagna seguirá siendo presidente operativo. El vicepresidente Luigi Giulietti, conocido como "Pippottino", trabajará junto al director general Antimo Lupoli.
El departamento deportivo estará dirigido por Giovanni Migliaccio, con Alessandro Capuano a cargo del equipo juvenil. Alfonso Cantelli se encargará de las comunicaciones digitales como responsable de redes sociales, Michele Calise, apodado "Dottore", será el secretario, y Gaetano Mocciaro será el encargado del almacén.
La dirección técnica del primer equipo ha sido confiada a Ciro Saurino, con el apoyo de Giovanni Iovine, también analista de partidos y entrenador del equipo sub-19. El entrenamiento de los porteros está a cargo de Michele D'Ambrosio. La temporada comienza así con una mezcla explosiva de entusiasmo y fracturas internas: por un lado, la organización lista para afrontar nuevos retos; por otro, la sombra de una despedida que, en palabras y en el momento oportuno, amenaza con pesar más que cualquier derrota sobre el terreno de juego.
Il Dispari