Tour de Francia: la victoria de Milán al sprint rompe una sequía de seis años.

Los italianos son buena gente. Puede ser discutible, pero era sabido. Pero, al fin y al cabo, también son buenos ciclistas. Tras seis años y 113 etapas, un italiano ha vuelto a la victoria en el Tour de Francia. Este sábado, 12 de julio, es una fecha para recordar.
El autor de la hazaña, que ha roto este larguísimo ayuno, es Jonathan Milan, un velocista friulano de 24 años que en la etapa Saint Méen le Grande - Laval (171 kilómetros) superó al sprint al belga Wout Wan Aert y al australiano Kaden Groves.
Un sprint majestuoso, ligeramente cuesta arriba en el tramo final, que el gigante friulano dominó, esprintando en los últimos doscientos metros. "Podría haber salido antes", comentó Milan, "pero sabía que dejaría un hueco. Es una sensación maravillosa, que comparto con todo el equipo, que finalmente me permite ganar mi primera etapa del Tour. Quería compensarlo porque tuve mala suerte al principio. Pero ahora todo es maravilloso. Incluso me cuesta comprender lo que pasó. También estoy feliz por Italia, nuestro país. Por una vez, fuimos los protagonistas", concluyó Milan, quien también se llevó el maillot verde en esta séptima etapa.
Una doble victoria que alegra doblemente a este velocista friulano, ya que es prácticamente inigualable en sprints largos y con suave pendiente. La victoria en Milán es aún más significativa porque llegó tras un final caótico y reñido en el que el italiano se vio amenazado repetidamente por sus oponentes. Sus rivales eran de primer nivel, uno de los cuales, segundo, fue nada menos que el belga Van Aert, especialista en estos finales fulgurantes.

El ciclista italiano Jonathan Milan, del equipo Lidl-Trek, celebra en el podio con el maillot verde de mejor velocista tras la octava etapa de la 112.ª edición del Tour de Francia, un recorrido de 171,4 km entre Saint-Méen-le-Grand y Laval Espace Mayenne, en el oeste de Francia, el 12 de julio de 2025. (Foto: Anne-Christine Poujoulat / AFP)
Milan, nacido en Tolmezzo el 1 de octubre de 2000, con 1,93 metros de altura y 84 kg de peso, rompió esa mala racha que nos había visto subir al podio por última vez desde el 27 de julio de 2019, cuando el ciclista italiano Vincenzo Nibali logró la victoria en Val Thorens. Eran otros tiempos, sobre todo con un campeón como el Tiburón, que se ganaba el respeto en las principales carreras por etapas.
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