Belluneses en el mundo, el futuro entre redes sociales e historias

«En un momento histórico en el que disminuye el sentido de pertenencia y crece el individualismo, los bellunenses de todo el mundo cultivan los vínculos entre la provincia y sus emigrantes, repartidos por todo el mundo». Son palabras de Oscar De Bona, quien el sábado 31 de mayo inauguró la 61 asamblea anual de la asociación, dividida en 60 familias procedentes de Suiza, Sudamérica, Bélgica, Francia y otros países que han sido destino de viajes en busca de fortuna. En Italia, protagonista del mayor éxodo de masa de la historia moderna –como recuerda el sitio web del MiM – Museo Interactivo de las Migraciones alojado en la sede de la Asociación Bellunesi nel Mondo – se contabilizaron más de 26 millones de emigrantes desde 1876 hasta 1976.

La transición generacional también afecta a las cuotas de afiliación. Cada desaparecido es una historia: a principios de mayo, a los 92 años, falleció Luigi Rivis, originario de Digomàn di Voltago Agordino, ingeniero eléctrico que trabajó para Sade y luego para Enel: en el momento de la tragedia de Vajont era el director de la central de Soverzene, un rol que lo convirtió en uno de los testigos técnicos más autorizados de ese evento. El domingo 13 de abril de 2025, Sante Comel, originario de Carve, una aldea del municipio de Borgo Valbelluna, falleció en Lieja a la edad de 85 años: de hecho, fue uno de los ingenieros que participaron en la construcción del CERN, el Consejo Europeo para la Investigación Nuclear, hoy el mayor laboratorio de física de partículas del mundo.

Las historias y los testimonios de belluneses ilustres se comparten a través del periódico, de periodicidad mensual, pero también a través del sitio web y de la red social Bellunoradici.net, una especie de comunidad profesional que involucra empresas e instituciones y pone en contacto a quienes trabajan en el extranjero y a quienes, tal vez, querrían una oportunidad en la tierra de sus antepasados. Con la mirada puesta también en los jóvenes.

Porque no existe sólo la emigración del pasado: «Las inscripciones en el AIRE, el registro de residentes en el extranjero, están en constante aumento: en 10 años +36%», explica Marco Crepaz, su director. La asociación también recoge y difunde las historias de jóvenes que parten y que "no se sienten emigrantes sino ciudadanos de Europa, no se comunican a través de cartas que tardan semanas en llegar sino por teléfono: debemos preguntarnos cómo mantener las relaciones con ellos". El sitio cuenta las historias de Anna Tormen, de Limana a Montreal, una joven profesional del sector de la aviación civil, de Ivo Saviane, un astrónomo que aterrizó en Chile en Atacama, de Tommaso Battaglia, un comelicense en Hong Kong y muchos otros.
En cuanto a los descendientes de la emigración histórica, "si las segundas generaciones, nacidas en el extranjero, han perdido la memoria, son las terceras generaciones, es decir, los nietos de los que se fueron, quienes vuelven a tejer la red de los recuerdos y, a menudo, acompañan a sus abuelos en la búsqueda de los orígenes de su apellido y de su historia", añade Crepaz. Así nació el proyecto La voce della nonna , promovido por la Famiglia Bellunese Serra Gaúcha, círculo de la Asociación Bellunesi nel Mondo activa en Brasil.
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