Trump sigue apostando por la época dorada: "Los aranceles traerán empleos de vuelta a EE.UU."

" Promulgué aranceles recíprocos para detener el vaciamiento del sector manufacturero de Estados Unidos y devolver empleos vitales al país ". Esto dijo Donald Trump cuando proclamó la Semana Mundial del Comercio. "El objetivo de mi administración es empoderar a los trabajadores estadounidenses y a sus hijos para que tengan una vida mejor", enfatizó el presidente estadounidense, prometiendo " una era dorada para Estados Unidos de sólido crecimiento económico y políticas comerciales de Estados Unidos Primero que protejan a nuestros trabajadores, fortalezcan nuestras industrias y hagan realidad el sueño americano para todos los ciudadanos".
Deberes, la irritación del magnate por la lentitud de las negociaciones con la UEEn este contexto, Trump nunca ha ocultado su frustración y enojo hacia la Unión Europea. Durante años, tanto en público como en privado, el presidente ha criticado duramente a Bruselas, acusándola de haber sido creada para "aprovecharse de Estados Unidos". Es precisamente esta frustración la que está en la raíz de la amenaza de aranceles del 50% a partir del 1 de junio. Al ver que se acerca la fecha límite del 9 de julio, cuando expirará la pausa de 90 días concedida para las negociaciones sobre aranceles, el presidente estadounidense ha subido la apuesta con la esperanza de sacudir la UE y acelerar las negociaciones que, según los estadounidenses, avanzan demasiado lentamente.
Lo que pone nerviosos al presidente y a su entorno son las diferentes prioridades de los Estados miembros de la UE, pero también la cautela y la reticencia de Bruselas a presentar propuestas concretas que respondan a las preocupaciones estadounidenses. Hasta ahora, según informa el Wall Street Journal, la administración no ha logrado sacar mucho de sus contactos con Europa y, en particular, no ha logrado asegurar el compromiso de Bruselas de imponer nuevos aranceles a las industrias chinas, un elemento considerado central en todas las negociaciones estadounidenses en curso.
La falta de avances sustanciales ha exasperado a Trump hasta el punto de recurrir a una nueva amenaza sobre aranceles, hecha también en vista de sus próximas citas internacionales. El presidente estará de hecho en Canadá del 15 al 17 de junio con motivo del G7, donde se sentará a la mesa con las grandes economías europeas y con Ottawa, que aspira a ser el 51º estado estadounidense. Unos días más tarde, el 24 y 25 de junio, se le espera en la cumbre de la OTAN, la alianza transatlántica que ha sido una de sus obsesiones desde su primer mandato.
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