¿Es seguro exponerse al sol después de un melanoma?

Con la llegada del verano, volvemos a hablar sobre la importancia del protector solar y las normas generales para una exposición solar segura. Pero ¿qué cambia después de un melanoma? ¿Es necesario evitar la exposición solar por completo o basta con tomar algunas precauciones?
Sin sol entre las 11 y las 17 horas."Ante todo, es importante recordar que quienes han tenido un melanoma tienen mayor riesgo de desarrollar un segundo que quienes nunca lo han tenido", explica a Oncoline Mario Mandalà , catedrático de Oncología Médica de la Universidad de Perugia y director de la Unidad de Oncología Médica del Hospital Santa Maria Misericordia de la misma ciudad. "Este riesgo aumenta aún más si existen antecedentes familiares de la enfermedad y si existen genes que predisponen a su aparición. Sin embargo, estos pacientes no deben evitar por completo la exposición al sol. Lo importante es evitar la exposición al sol durante las horas de mayor incidencia de los rayos solares, entre las 11:00 y las 16:00-17:00, y, en cualquier caso, usar protector solar con un FPS de 50 o superior".
Protectores solares sí, pero no sóloTambién es importante recalcar, añade el experto, que ningún protector solar ofrece protección completa. Por lo tanto, es un error pensar que, una vez aplicado el protector solar, se puede exponer al sol a cualquier hora del día. La regla de la "ventana horaria" (de 11:00 a 17:00) aplica tanto a quienes han tenido melanoma como a quienes nunca han padecido cáncer de piel. "También es importante tener en cuenta que el protector solar debe reaplicarse varias veces a lo largo del día, ya que su eficacia disminuye al cabo de unas horas", señala Mandalà. Los expertos recomiendan reaplicarlo cada dos o dos horas y media, y después de cada baño en el mar o la piscina. Otro consejo útil es usar ropa ligera que bloquee físicamente los rayos del sol. Estas reglas también aplican a quienes nunca han tenido cáncer de piel, y las personas con antecedentes de melanoma deben seguirlas estrictamente.
¿Por qué son dañinos los rayos UV?Pero ¿cuál es exactamente la relación entre la exposición solar y la aparición del melanoma o el riesgo de recurrencia? «La aparición del melanoma está relacionada con la acumulación de una serie de mutaciones genéticas inducidas por los rayos ultravioleta, tanto UVA como UVB, que son más intensos durante las horas centrales del día», continúa el oncólogo. «Cualquier acumulación adicional aumenta el riesgo de que los melanocitos, las células de las que se origina el melanoma, sufran una transformación maligna». Este concepto, explica, no se refiere específicamente a la zona de la que se extirpó el melanoma, sino a todas las áreas de la piel expuestas al sol.
Las quemaduras solares en niños y adolescentes son peligrosasDesde una perspectiva preventiva, los expertos enfatizan la importancia de proteger a niños y adolescentes de las quemaduras solares causadas por la exposición solar excesiva. El proceso de transformación tumoral de los melanocitos es largo y puede estar relacionado con cambios acumulados durante la infancia. «Según algunos estudios, tan solo cinco o seis quemaduras solares sufridas en la infancia o la adolescencia son suficientes para aumentar el riesgo de melanoma en aproximadamente un 70-80%», explica Mandalà. «Asimismo, conviene recordar que la exposición solar, realizada según las normas mencionadas anteriormente, es necesaria para la producción de vitamina D y, por lo tanto, para la salud ósea. En casos de deficiencia de vitamina D, se pueden utilizar suplementos, siguiendo las indicaciones y pautas médicas».
Otros cánceres de piel y queratosis actínicas: ¿cuáles son las pautas?Entre los cánceres de piel que pueden suponer un riesgo grave, como sabemos, no solo se encuentran los melanomas, sino también otras lesiones mucho más comunes, que también se deben en gran medida a los rayos UV. En el caso del carcinoma de células escamosas, existe una señal de alerta que merece atención: la presencia de una lesión precancerosa llamada queratosis actínica. En este caso, la exposición a la radiación ultravioleta también puede afectar tanto a su aparición como a su transformación en cáncer, explica Mandalà: «Quienes padecen queratosis actínica deben protegerse siguiendo, en esencia, las mismas normas que quienes han tenido melanoma. Además», concluye el experto, «es necesario consultar a un dermatólogo, ya que este tipo de lesión debe tratarse con medicamentos tópicos o extirparse quirúrgicamente, según la presentación clínica, para evitar que se convierta en una lesión cancerosa invasiva».
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