Demasiados turistas en los Dolomitas, la provocación: renunciar a la marca UNESCO

Las Dolomitas , patrimonio natural de extraordinaria belleza y reconocidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, se enfrentan ahora a un problema cada vez más acuciante: el turismo excesivo . No solo las ciudades con arte y los balnearios, sino también las propias montañas, sufren las consecuencias del flujo turístico excesivo , especialmente durante la temporada alta.
Las propuestas institucionalesLa idea del gobernador del Véneto, Luca Zaia, es establecer un límite máximo de turistas en los Dolomitas , acompañado de un sistema de reserva obligatoria para regular el acceso y así reducir la presión sobre las zonas más vulnerables. Pero si bien esta propuesta cobra fuerza, hay quienes abogan por soluciones aún más radicales.
El Comité para la Salvaguardia de los Pasos Dolomíticos, representado por Osvaldo Finazzer , ha lanzado un desafío claro: renunciar al reconocimiento de la UNESCO. Según Finazzer, la fama asociada a este prestigioso reconocimiento ha acabado atrayendo un turismo de masas que daña el ecosistema y la identidad cultural de las montañas , convirtiendo las Dolomitas en una "postal para vender" en lugar de un territorio para descubrir y preservar. " Queremos construir una economía turística de calidad ", enfatiza, " con servicios dignos, un tipo de turismo que comprenda y respete la cultura y la naturaleza de los lugares", afirmó.
La Región, que no tiene intención de abandonar a la UNESCO, tiene una opinión completamente distinta. El consejero regional de Turismo, Federico Caner, explica que el problema radica en la concentración de flujos turísticos en ciertos periodos, especialmente los fines de semana de julio y agosto. La solución, explica, no es prohibir el acceso, sino gestionar el flujo mediante un sistema de cuotas, similar a lo que ocurre en ciudades concurridas como Venecia.
Mattia Gottardi , consejero provincial de Trento para áreas protegidas y miembro del consejo de la Fundación Dolomitas de la UNESCO, también participó en el debate. Criticó las simplificaciones de Finazzer, calificándolas de paradójicas y contraproducentes. Sin embargo, la cuestión de introducir una tarifa de entrada o un número limitado de plazas, antes tabú, ahora está siendo considerada por hoteleros y operadores turísticos, como el Comité para la Salvaguardia de los Pasos Dolomíticos, que representa a unas cuarenta empresas locales.
Entre las propuestas más concretas se encuentra la ampliación de la red de teleféricos , considerada por Caner como una solución sostenible para reducir el tráfico rodado y, por lo tanto, limitar la contaminación y la congestión vial. Un proyecto particularmente controvertido se refiere a la conexión entre Civetta y Giau, que permitiría llegar a Cortina desde otros lugares sin necesidad de coche, facilitando además la futura regulación del tráfico.
Sin embargo, también existen posturas contrarias, como la de Walter De Cassan , presidente de la federación hotelera de Belluno, quien se distancia de la idea de abandonar la UNESCO, calificando de insulto afirmar que el reconocimiento solo ha traído perjuicios. Además, De Cassan enfatiza que el problema del turismo excesivo quizás sea exagerado, dado que la ocupación media anual de las habitaciones ronda el 40-50%.
Sandra Ruatti , presidenta de la Asociación de Hoteleros de Cortina, confirma un cambio en las tendencias turísticas: los visitantes prefieren estancias cortas e intensivas, especialmente fines de semana o excursiones de un día, lo que genera una alta rotación de personal y una presión constante sobre las infraestructuras. Ruatti también destaca cómo reconocimientos como el premio de la UNESCO y grandes eventos, como los Juegos Olímpicos de Invierno, aumentan la reputación y el atractivo de las estaciones alpinas, pero es la mayor movilidad actual la que impulsa el continuo aumento del flujo de visitantes.
Gildo Trevisan , presidente del Consorcio de Cadore, completa el cuadro resumiendo la situación con una frase eficaz: " El éxito turístico de los Dolomitas es asombroso, pero faltan las infraestructuras adecuadas para gestionarlo".
Tecnología y sostenibilidad: la nueva fronteraAdemás de las propuestas normativas y de infraestructuras, una innovación importante llega desde el punto de vista tecnológico: nace “S kadii Flow ”, un sistema basado en inteligencia artificial creado por la empresa sudtirolesa Skadii, que permite monitorizar en tiempo real los flujos turísticos a través de cámaras de vídeo instaladas en remontes, aparcamientos, senderos y centros históricos.
Este innovador sistema, utilizado ya con éxito en algunas estaciones de esquí y ahora adoptado por destinos como Vipiteno, es capaz de contar con precisión el número de visitantes y distinguir entre diferentes tipos de usuarios, como excursionistas y ciclistas, garantizando al mismo tiempo la privacidad gracias al completo anonimato.
Gracias a "Skadii Flow", los destinos pueden recibir información detallada sobre las aglomeraciones y el comportamiento de los turistas , lo que permite una gestión dinámica y específica de los flujos. Esto permite intervenir a tiempo para evitar las aglomeraciones, activar servicios de transporte a demanda, proporcionar actualizaciones en tiempo real en plataformas web y dirigir a los visitantes a rutas alternativas menos frecuentadas.
El objetivo es doble: mejorar la experiencia turística haciéndola más placentera y relajante y, al mismo tiempo, proteger el medio ambiente montañoso promoviendo un turismo más sostenible y consciente.
Hacia un turismo alpino sostenibleEn resumen, las Dolomitas se encuentran en una encrucijada entre la preservación de un frágil patrimonio ambiental y cultural y el apoyo a una economía turística vital. El desafío no solo reside en las decisiones políticas y de infraestructura, sino también en la capacidad de innovar a través de la tecnología, buscando conciliar la hospitalidad y la protección para un futuro sostenible.
Es evidente que la gestión del turismo de masas requerirá un enfoque integrado que involucre a instituciones, operadores, comunidades locales e innovación tecnológica. Solo así será posible garantizar un disfrute equilibrado de los Dolomitas, preservando su belleza y valores culturales para las generaciones futuras.
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